Vamos de ruta por los pueblos medievales de Cataluña más bonitos y que me han dejado alucinado cuando los he visitado. Sus cascos históricos, murallas o puentes son parte de la historia y hoy lucen espléndidos ante la mirada viajera.
El patrimonio de Cataluña es abrumador y el legado medieval sigue presente en multitud de pueblos. Recorrer sus calles te trasladará al pasado, mientras tu cámara y tus ojos captan su fabuloso presente.
Índice
Pueblos medievales de Cataluña: ¡20 visitas increíbles!
Esta ruta es ideal para aquellos que busquen algunos de los rincones más bonitos del territorio, encantadores pueblos medievales, magníficos paisajes y hasta un poco de gastronomía para completar uno de los mejores menús de Cataluña.
Monells
Este encantador pueblo medieval de la provincia de Girona es, literalmente, un pueblo de película. Aquí se rodó la divertida «Ocho apellidos catalanes» y lanzó, todavía más, al estrellato a esta diminuta localidad.

Su belleza está fuera de toda duda, con pequeñas calles empedradas, rincones como la Plaça de l’Oli o su centro neurálgico, la Plaza Mayor, donde las terrazas bajo los pórticos invitan a sentarse y degustar el encanto de Monells.
De todo esto te hablo en mi artículo con todo lo que ver en Monells. Prepárate para disfrutar de uno de los pueblos medievales más bonitos de Cataluña.
Prades
Las preciosas montañas de Prades dan cobijo a este pequeño pueblo de apenas 600 habitantes y con un gran legado medieval.
A Prades se le conoce como la ‘Vila Vermella’ (pueblo rojo) por el característico color rojizo de sus construcciones, que resaltan entre el verde del paisaje exterior.

Es un pueblo diminuto y muy pequeño, ideal para combinar con alguna excursión por la zona o una ruta por la comarca de Les Garrigues, una de las más desconocidas de Cataluña.
Camprodón, uno de los puentes medievales más famosos de Cataluña
Históricamente Camprodón se ha considerado uno de los pueblos medievales de Cataluña con mayor encanto y no me extraña.
Esta pequeña localidad nace a partir del Monasterio de San Pedro, una joya del siglo X a las afueras del pueblo y su mercado medieval lo acabó de ensalzar.

Una de las joyas de este pueblo es su Puente Nuevo, parada ineludible. Sin embargo, tampoco puedes perderte sus callejones empedrados, la plaza del Doctor Robert y su mercado dominical o la casa natal del artista Isaac Albéniz.
Camprodón es una base perfecta para explorar el valle y acercarse a algunos de los pueblos medievales más bonitos de Girona. ¡Te va a enamorar!
Tossa de Mar
Si hay un pueblo bonito en la costa catalana, ese es Tossa de Mar, que aglutina playas de ensueño y una sensacional huella medieval.
El principal atractivo es su castillo, que parece adentrarse en el mar en una postal única, pero la Vila Vella, sus callejuelas y su muralla bañada por el agua cristalina del Mediterráneo, convierten e Tossa de Mar en un pueblo de diez.

No hay duda alguna para incluir a Tossa entre los pueblos medievales de Cataluña más llamativos y añado que también me parece uno de los mejores lugares para pasar unos días y hacer una ruta por la Costa Brava. Si no la conoces, ¡vas a alucinar con esta parte de Cataluña!
Si tienes algo de tiempo, te recomiendo hacer un bautismo de buceo o iniciarte en este deporte con un curso de submarinismo, ya que Tossa de Mar es uno de los mejores sitios de Cataluña por la claridad de sus aguas y su fabulosa vida marina.
Tortosa
La historia de Tortosa está ligada al río Ebro y a la huella de una Guerra Civil española que hizo especial daño en esta zona, sin embargo, ha conservado parte de su patrimonio medieval y es una pequeña gran joya en las tierras del Ebro.
La ciudad gira en torno a dos grandes construcciones, el Castillo de la Suda, una de las mejores opciones si quieres dormir en un castillo en Cataluña, y la Catedral.

También puedes recorrer su barrio judío, los fotogénicos Reales Colegios o los pintorescos Jardines del Príncipe para disfrutar al máximo de la visita a Tortosa.
A las afueras de la ciudad, puedes visitar el Delta del Ebro, rebosante de naturaleza, y la Vía Verde. Ambos son atractivos suficientes para organizar una escapada a esta preciosas localidad medieval.
Besalú, el gran tesoro de los pueblos medievales de Cataluña
Besalú es la gran joya de la corona. Si preguntas a cualquier catalán sobre los pueblos medievales de Cataluña que te recomienda visitar, probablemente Besalú sea el primero de la lista.
Se trata de uno de los conjuntos históricos mejor conservados del país, al que se accede mediante el precioso puente medieval del siglo XII, que atraviesa el río Fluvià.

Puedes callejear por sus laberínticas calles empedradas, descubrir la sinagoga o visitar el bonito Monasterio de Sant Pere, del siglo X. Si quieres, puedes hacerlo incluso con un Free Tour por Besalú, que te descubrirá un tesoro que te enamorará por completo.
Begur
La última parada de esta ruta a través de los pueblos medievales de Cataluña nos lleva hasta el mar y una de las localidades con más encanto de la Costa Brava.
Sus casitas blancas de pescadores junto a las aguas cristalinas de calas como Sa Tuna, contrastan con el entramado medieval del pueblo. Un paseo conduce hasta torres defensivas y hasta un castillo medieval.

Camina y respira el aroma medieval mezclado con el característico olor a mar, que aquí es especialmente bonito.
Siempre digo que en Begur se encuentran algunos de los hoteles con más encanto en la Costa Brava, por lo que si puedes pasar unos días, no lo dudes.
Miravet
De vuelta al río Ebro, el diminuto pueblo de Miravet es una delicia para la vista.
Sus calles estrechas se entrelazan y conducen ineludiblemente hasta el castillo, una imponente construcción del siglo XII donde los templarios establecieron una potente base.

Las vistas desde cualquier punto del pueblo van directas a un precioso meandro del río Ebro, cuya orilla la ocupan un par de pequeños bares donde comer platos típicos catalanes con el sonido del río de fondo.
Miravet no solo es uno de los pueblos medievales de Cataluña más bonitos, sino que es una de las imágenes más fotografiadas de la región.
Beget, uno de los pueblos medievales de Cataluña más pequeños
Ubicado entre montañas y naturaleza en pleno valle de Camprodón, el diminuto Beget es un pueblo en el que no falta detalle.
Sus calles son un camino de adoquines que conducen a puentes con más de seis siglos de antigüedad y desembocan en la maravillosa Iglesia de San Cristòfol y su Torre del Reloj, cuyos 22 metros de altura se dejan ver desde cualquier punto del pueblo.

Su belleza radica en que ha sabido conservar todas sus edificaciones medievales de piedra. Esto le ha valido para ser nombrado como Bien Cultural de Interés Nacional y hoy atrae numerosos turistas.
Para que te hagas una idea del tamaño de este precioso pueblo medieval, en la actualidad tiene 19 habitantes. A mediados del siglo XIX, en su época de esplendor, llegaron a haber más de 1300 personas viviendo en Beget.
Mura
Ubicado a poca distancia de la ciudad de Barcelona, encontramos uno de los pueblos medievales que más nos han sorprendido últimamente en Cataluña.
Tiene apenas 300 habitantes y un encanto especial, con casas de piedra, calles estrechas y rincones coloridos. Un paraíso para los fotógrafos.

No te pierdas la iglesia de San Martín o la ermita de Sant Antoni, dos joyas de su patrimonio.
Siempre he dicho que me parece uno de los pueblos más bonitos de Barcelona y su legado lo convierte también en un pequeño tesoro medieval.
Girona, la madre de todos los pueblos medievales de Cataluña
Considerar a Girona como un pueblo sería faltar a la verdad, ya que es la capital de la provincia y una ciudad con algo más de 100.000 habitantes. Sin embargo, su esencia y su carácter la acercan más a un pueblo que a una ciudad (con mucha diferencia, además).
Su centro histórico es uno de los más bonitos que jamás he visto. Las murallas, la inmensa catedral, los callejones, escalinatas y un montón de detalles convierten la visita en un viaje en el tiempo. Puedes leer que ver en Girona y descubrirlo tú mismo.

No solo somos nosotros quien lo pensamos, ya que los mismísimo productores de Juego de Tronos se fijaron en Girona para convertirla en uno de sus escenarios principales. Hoy existen multitud de visitas guiadas por la Girona de Juego de Tronos, una sinergia que catapultó a ambos.
Por supuesto, no te olvides de pasear por el barrio judío (conocido como el Call), disfrutar de la colorida estampa de las casas del Onyar en un paseo junto al río o disfrutar de algunos platos típicos de Cataluña en la animada Rambla de la Llibertat.
Tavertet
La belleza de Tavertet se focaliza en dos frentes: su exuberante entorno natural y un trazado medieval cuidado hasta el más mínimo detalle.
El pueblo se ubica en lo alto de una enorme formación rocosa, rodeado de acantilados y con fabulosas vistas al Pantano de Sau y las montañas del Montseny. La escena es única, tal como te cuento en mi artículo con lo mejor que ver en Tavertet, un pueblo maravilloso.

Su casco histórico es diminuto, apenas un par de calles empedradas. A ambos lados acompañan singulares casas de piedra y balcones teñidos de color por sus flores, no en vano es una de las viles florides de Cataluña.
Desde Tavertet y alrededores parten infinidad de senderos y rutas entre naturaleza, como la Foradada de Cantonigrós, la subida al Morro de l’Abella o el impresionante Mirador del Ter. ¡Es una escapada genial para un fin de semana!
Montblanc, el pueblo medieval por excelencia de Cataluña
Este encantador pueblo es una de las referencias medievales de Cataluña y solo pisarlo entiendes los motivos.
Una enorme muralla de 6 metros de altura y 1,7 kilómetros de longitud rodea al pueblo y sirve de acceso al mismo través de sus imponentes puertas. Esta fortificación es la mejor conservada de Cataluña y el casco histórico está declarado Conjunto Histórico-Artístico.
No te pierdas la Plaza Mayor, la iglesia de San Miguel o el sensacional mirador de la Plaza de Santa Bárbara. Y si puedes, visita el pueblo durante la «Semana medieval de Montblanc«, una fiesta ambientada en esta época que dio esplendor al pueblo.
En el interior del pueblo se encontraron algunas pinturas paleolíticas y en los alrededores de Montblanc hay varios lugares con pinturas rupestres son patrimonio mundial.
Guimerá
De nuevo un pueblo diminuto en la provincia de Lleida (por cierto, puedes leer lo mejor que ver en Lleida en un día, una ciudad con mucho encanto), con 300 habitantes y un entramado de calles puramente medieval que conducen hasta su gran icono, el castillo de Guimerá.
Esta fortaleza del siglo XI completa un precioso casco histórico junto a las calles empedradas y empinadas. Hay infinidad de rincones donde pararse a hacer una bonita fotografía, e incluso las puertas siguen luciendo antiguos escudos medievales. Fue declarado como Buen Cultural de Interés Nacional y no es de extrañar.

También aquí se encuentra la iglesia de Santa María, obra de Josep Maria Jujol, famoso discípulo de Gaudí, autor de obras como la Casa Batlló de Barcelona.
Por último, si visitas Guimerá durante la segunda semana de agosto presenciarás su famoso mercado y entenderás porqué está considerado uno de los pueblos medievales de Cataluña con mayor popularidad.
Vic, uno de los pueblos medievales de Cataluña más clásicos
Una de las localidades más famosas de Barcelona si hablamos de historia medieval, es Vic.
La Plaza Mayor es el centro neurálgico de Vic, con su parte central arenosa y sus soportales como escenario de la famosa feria medieval que alberga anualmente el pueblo, unas de las más importantes de Cataluña.

Recorre sus calles, atraviesa los callejones, contempla la muralla o cruza el puente que servía de acceso a la antigua ciudadela de Vic.
No te asustes si, de repente, topas con un templo romano. Es otra de las sorpresas que ver en Vic para el viajero; se trata de uno de los templos romanos mejor conservados de España.
Peratallada
El color y la piedra son los dos grandes signos característicos de este encantador pueblo de la Costa Brava.
Peratallada tiene el privilegio de ser uno de los pueblos medievales de Cataluña en mejor estado de conservación y eso le valió para ser declarado como Conjunto Histórico-Artistico. La distinción es más que merecida y lo notarás nada más pisar sus primeras calles empedradas.

Subidas empinadas, calles estrechas, adoquines y preciosas buganvillas acompañan un paseo que permite viajar a la Edad Media. La esencia medieval de Peratallada sigue intacta.
Castellfollit de la Roca, uno de los pueblos medievales más espectaculares de Cataluña
La aproximación a Castellfollit de la Roca es sencillamente delumbrante. Su ubicación sobre un enorme promontorio rocoso de más de 50 metros de altura deja boquiabierto a cualquiera.
Su imagen desde fuera se lleva toda la fama, pero no es solo eso lo que ha convertido a Castellfollit de la Roca en uno de los pueblos medievales de Cataluña más visitados.

Deja el coche en el aparcamiento cercano y camina sin rumbo por sus calles flanqueadas de casas de piedra, detente ante su iglesia y acércate hasta su mirador. ¿Te imaginas dominar el terreno desde allí siglos atrás?
Castellfollit de la Roca es un tesoro que no puedes perderte si planeas una ruta por la región.
Poblet
Este diminuto pueblo es conocido por su famoso Monasterio de Poblet, uno de los monasterios cistercienses más famosos de España.
Poblet forma parte de la ruta del Císter gracias a este monasterior de origen medieval que ha sido reconocido como patrimonio mundial.

Recorrer sus salas, claustros y patios permite adentrarse en las tradiciones de la época. Aquí también se encuentra el Panteón Real, donde se pueden visitar las tumbas de algunos de los gobernantes más poderosos de la corona aragonesa.
Puedes encuadrar la visita con una ruta por la comarca de Les Garrigues, una de las más bonitas y desconocidas del país, con joyas como las pinturas rupestres de El Cogul y a poca distancia de pueblos tan míticos como Penelles o Ivars d’Urgell, famosos por su street art.
Pals
La Costa Brava posee un sinfín de pueblos encantadores y Pals es uno de los que muestra mejor la exuberancia de la región.
El pequeño pueblo creció a los pies de un castillo y en la actualidad se puede pasear por su coqueto barrio gótico, lleno de rincones perfectos para los amantes de la fotografía.

La torre románica del siglo XII, la plaza mayor, la muralla y su sistema defensivo muestran a Pals como uno de los pueblos medievales más bonitos de Cataluña. No hay mejor sitio para observar esa belleza que desde lo alto de la torre del castillo, desde donde las vistas son sensacionales.
No te olvides tampoco de acercarte al mirador de Josep Pla, desde donde se pueden ver las preciosas islas Medas, uno de los mejores parajes naturales de esta costa.
Rupit
Volvemos al interior de Cataluña, en el corazón de la comarca de Osona, para visitar uno de los pueblos medievales más conocidos.
Cruzamos el puente colgante y nos adentramos en sus preciosas calles, que desembocan en la plaza mayor, la iglesia o el castillo, los tres elementos distintivos del pueblo.

La piedra, las flores y las panorámicas de vértigo acompañan la visita de este pueblo que data del siglo XII y que se ubica en plena naturaleza. Desde aquí parten varias rutas senderistas, como la que conduce hasta la Ermita de Santa Magdalena.
Muy cerca puedes ver algunos tesoros naturales, como el Salt de Sallent, una de las cascadas más altas de Cataluña.