Santo Tomé y Príncipe

Viajar a Santo Tomé y Príncipe fue dar un salto en el tiempo. Llegar a aquella diminuta isla perdida en pleno Golfo de Guinea suponía descubrir un destino inexplorado y que ansiaba por conocer al detalle. Esencia africana con mezcla de raíces portuguesas, una formación singular por la que todos conocen a las islas y la naturaleza más pura y salvaje; era mucho lo que aguardaba en este minúsculo archipiélago.

Tras mi viaje y escribir un artículo con todo lo que ver en Santo Tomé y Príncipe, me di cuenta que había estado en un lugar único. Había podido visitar antiguas plantaciones de café y cacao como la Roça Monte Café, la Roça Agostinho Neto o la Roça Diogo Vaz, la más famosa de la isla. Todas ellas representaron una inmersión intensa a la cultura e historia de la isla.

Otra cosa era sus playas. Allí son remotas, vírgenes y sobre todo, preciosas. Podemos hablar de las mejores playas de Santo Tomé y Príncipe, aunque cada rincón merecería una mención por su belleza. En sus aguas vimos ballenas jorobadas y fauna de todo tipo más cerca de lo que jamás hubiésemos imaginado. Y todo esto, por supuesto, para nosotros solos.

Desde mi vuelta, no paré de pensar en las razones que tendría alguien para viajar a Santo Tomé y Príncipe, aunque en realidad, podríamos hablar de los motivos que tendría cualquier para no visitar este fabuloso rincón africano.

Yo, años después, sigo fascinado con este destino. Me cautivó por completo y me descubrió que todavía quedan lugares vírgenes y que se resisten al turismo de masas. Preparé una guía para viajar a Santo Tomé y Príncipe donde intento sintetizar todos los consejos y detalles para que cualquier que lo desee, pueda visitar este pequeño paraíso. Si estás buscando un lugar donde evadirte y perderte, un sitio donde la naturaleza es la dueña y donde las tradiciones se mantienen intactas, un rincón donde pensar que por fin has encontrado tu lugar en la tierra, ese es Santo Tomé y Príncipe.