Este viaje por libre a Guatemala acabó siendo toda una sorpresa. Durante las tres semanas que pasamos en territorio centroamericano acabamos visitando Guatemala, una pequeña parte de Honduras y pasando varios días en Belice, conociendo ruinas mayas extraordinarias, playas de ensueño y paisajes que parecen sacados de otro planeta.
Índice
Diario de viaje por libre a Guatemala, Honduras y Belice
Día 1 – Llegada a La Antigua Guatemala
10 p.m. Aterrizamos en el aeropuerto de La Aurora en Ciudad de Guatemala e inmediatamente nos recoge un transporte que contratamos directamente con el hotel en el que nos alojábamos. A la llegada está todo cerrado, así que cómo venimos cansados del vuelo y el enorme cambio horario, nos vamos directamente a dormir.
Día 2 – La Antigua Guatemala
Nos despertamos muy temprano, casi con los primeros rayos de luz como consecuencia del cambio horario, y lo primero es salir a la terraza del hotel a ver dónde queda el volcán Agua. Aparece colosal justo enfrente en una imagen que me cautiva desde el minuto cero. Dedicamos el día a pasear por La Antigua, una ciudad de dimensiones pequeñas pero que aglutina una cantidad de belleza abrumadora. Es fácil recorrer la ciudad y sus diferentes puntos de interés en una jornada y completarla con la subida al cerro de la cruz, a la que se le dedica poco más de media hora saliendo desde el centro de La Antigua. Las vistas desde lo alto del cerro son, posiblemente las mejores vistas elevadas de una ciudad que jamás haya contemplado.
Día 3 – La Antigua Guatemala – volcán Pacaya – La Antigua Guatemala
Un nuevo madrugón involuntario que aprovechamos para desayunar tranquilos y salir por la mañana a acabar de conocer los rincones de La Antigua. A las 2 p.m. nos recoge un minibús para ir hasta la falda del volcán Pacaya, dónde llegamos una hora y media después e iniciamos el ascenso, que no es complicado pero tampoco es tan sencillo cómo te lo pintan. Es algo más de una hora de subida constante para llegar al punto más alto y disfrutar del cráter y las vistas. Desde arriba puedes ver Ciudad de Guatemala, el lago Amatitlan o los cercanos volcanes Agua, Fuego y Acatenango. La bajada se realiza completamente a oscuras y por tanto es importante llevar una linterna o un frontal. Después de otro par de horas de vuelta, llegamos a La Antigua algo tarde, así que cenamos un bocadillo en un puesto callejero que tenía buena pinta y nos retiramos a nuestros aposentos.
Día 4 – La Antigua Guatemala – Copán Ruinas
Esta vez el madrugón es obligado. A la 4 a.m. nos recoge el minibús que nos llevará en 7 horas hasta Copán Ruinas, ya en Honduras aunque a pocos kilómetros de la frontera. El camino es largo y por momentos se hace pesado. Sin problemas en los trámites de inmigración de Guatemala y Honduras, tras cruzar la frontera son tan solo unos diez kilómetros los que te separan hasta el pueblo conocido cómo Copán Ruinas.
No teníamos ningún plan al llegar y la idea era pasar dos noches, pero como hemos llegado en el tiempo previsto y es pronto, decidimos ir a comer algo y visitar las ruinas de Copán sobre las 14h de la tarde. Nos informan que cierran a las 18h. así que, pagamos nuestra entrada y hacemos una visita que nos ocupa el tiempo hasta la hora del cierre. Nos ha dado tiempo a visitar todo el recinto de manera tranquila así que decidimos que solo haremos esa noche en Honduras y nos iremos a la mañana siguiente, no sin antes disfrutar de un delicioso anafre para cenar.
Día 5 – Copán Ruinas – Quirigua – Río Dulce
Esta vez el bus que nos llevaba hasta Río Dulce salía a una hora más cómoda y nos dio tiempo a desayunar un plato típico con huevos y frijoles en el hotel. A las 8 de la mañana salíamos hacia nuestro siguiente destino y aceptaron nuestra petición de parar una hora en Quirigua, un pequeño recinto con las mayores estelas mayas que se conocen. Quirigua es muy pequeño y con algo más de media hora tienes tiempo suficiente para ver su decena de estelas, de hasta once metros de altura. Este pequeño lugar es muy poco conocido y recibe muy pocos visitantes pese a ser Patrimonio de la Humanidad, pero tras visitarlo nos atrevemos a recomendarlo y pensamos, siempre y cuando os coja cerca o de camino, que es una parada que te dejará buen sabor de boca. Tras el paréntesis, seguimos otras dos horas hasta Río Dulce y una vez allí esperamos, cerveza en mano, a la lancha que nos venía a buscar para llevarnos a nuestro hotel, que solo tenía acceso por mar.
Día 6 – Río Dulce – Livingston
Río Dulce es una población muy pequeña y que sobretodo se ha hecho famosa por ser el punto desde el que parten los cruceros que te llevan hasta Livingston, ya en el Caribe, a través de un precioso viaje en barco de dos horas en el que cruzas tramos de selva espesísimos y dónde se dejan ver infinidad de aves. Allí se rodó la película ‘Parque Jurásico’, por ejemplo. En nuestro caso, salimos con el primer barco colectivo de la mañana bajo la lluvia, que nos acompañó todo el camino, convirtiendo este bonito y tranquilo paseo en una semi odisea de la que salimos contundentemente empapados. Salvamos nuestras mochilas, bien tapadas con plásticos en la parte trasera o delantera del barco, pero nos pasamos los dos días siguientes en Livinsgton secando todas nuestras pertenencias del «equipaje de mano», desde las chaquetas o la ropa hasta nuestros pasaportes. Pero todo quedó compensado cuando salimos a comer el plato típico de Livingston, el tapado; un plato a base de caldo de pescado con marisco que posiblemente sea una de las comidas con las que más he disfrutado jamás. No os lo puedo describir, tenéis que probarlo!
Día 7 – Livingston
Decidimos (la lluvia decidió) quedarnos aquí otra noche pese a no ser el mejor lugar que hemos pisado, esperando que amainase la lluvia. La mañana nos dio una tregua que aprovechamos para ir hasta los ‘Siete Altares’, un conjunto de pozas naturales y cascadas cerca del pueblo en las que disfrutamos de un magnífico baño en aquellas aguas cristalinas. Saliendo del parque comenzó a llover y no paró en todo el día, lo que nos obligó a comer en el único restaurante de la zona esperando a que mejorase algo el tiempo y pudiésemos salir. Al final, aquel bar que no parecía el mejor del mundo, resultó ser una grata sorpresa y comimos de maravilla, esperando una mejora del tiempo que no llegó. Cogimos un tuk-tuk para volver al pueblo y allí pasamos el resto de la tarde y noche entre cervezas y alguna copa de ron acompañados por la lluvia.
Día 8 – Livingston – Punta Gorda – Belice City
El día empezó mal: la lluvia no cesaba y teníamos un trayecto complicado en lancha desde Livingston hasta Punta Gorda (ya en Belice). Pero todo podía empeorar…La lancha salió con dos horas de retraso y no solo llegamos a Punta Gorda empapados cómo si nos hubiésemos dado un baño con ropa, también llegamos tarde y perdimos el autobús de las 10 a.m., el último que nos permitía llegar hasta Belice City para enlazar con el ferry que nos llevaba hasta Cayo Caulker (el último salía a las 17:30h) y poder estar en el hotel que contratamos la noche anterior. Cogimos el autobús de las 12 del mediodía y llegamos tras siete horas de camino a Belice City (por cierto, el autobús más estrecho que jamás he cogido). Una vez allí nos plantamos en el muelle, preguntamos si había alguna manera de llegar a Cayo Caulker a esa hora y nos dijeron que no, así que fuimos al hotel más cercano al muelle y cogimos una habitación para pasar la noche y poder salir en el primer ferry del día siguiente. Por fin acababa un día que fue largo, lleno de esperas y con una continua búsqueda de soluciones ante los imprevistos que nos fueron surgiendo. Hubo tensión y cansancio, pero todo quedó arreglado con una buena hamburguesa y una cerveza Belikin en un garito cercano al hotel.
Día 9 – Belice City – Cayo Caulker
Empezaban oficialmente las vacaciones de nuestro viaje! Nos gusta siempre encontrar algún lugar de playa paradisíaco para pasar unos días y recuperar fuerzas. Llegamos a Cayo Caulker con el primer ferry, lleno hasta los topes. El clima había mejorado de repente y el sol salió con fuerza, cómo recibiéndonos en aquella isla de aguas turquesas. Olvidamos rápido las lluvias y más aún tras ver aquel paraje idílico que es Cayo Caulker, una isla diminuta de calles sin asfaltar y con un encanto extraordinario. Allí íbamos a pasar nuestros próximos tres días, entre baños caribeños y barbacoas de langosta, sufriendo cómo se merecen unas buenas vacaciones.
Día 11 y 12 – Cayo Caulker
Dos días enteros en Cayo Caulker son suficientes para bañarte con tiburones, rayas y manatíes, comer langosta en todas sus variantes; con curry, con una excelente salsa de coco o a la parrilla, leer en la terraza de nuestros modesto apartamento mientras se pone el sol y observas el agua cristalina que tienes a escasos metros y un montón de cosas más. Por supuesto, la actividad estrella es la salida en barca al parque marino de Hol Chan, dónde puedes disfrutar de los tiburones gato y de casi cualquier animal marino que se te ocurra en una buena experiencia de snorkel.
Día 13 – Cayo Caulker – Flores
Otro día enlazando transportes hasta nuestro siguiente destino: Flores. Ferry de Cayo Caulker a Belice City y 6 horas de autobús desde allí hasta Flores. Pese a todo, viaje bastante tranquilo llegando a Flores a media tarde y aprovechando lo que quedaba del día para instalarnos, contratar las salidas a Yaxhá y Tikal de los siguientes días, disfrutar de un baño en la piscina del hotel y acabar el día con unos cócteles en la happy hour del restaurante de al lado hotel, con unas bonitas vistas al lago.
¡Info! Lee el post con los 15 momentos inolvidables de mi viaje por libre a Guatemala, Honduras y Belice entrando aquí.
Día 14 – Flores – Yaxhá – Flores
El tour a Yaxhá salía al mediodía, así que aprovechamos la mañana para conocer la pequeña isla de Flores y pasear hasta la hora de comer. Después, dos horas de camino hasta la entrada al recinto maya de Yahxá, mucho menos conocido que u hermano mayor de Tikal, pero que nos encandiló a todos casi más que este. Visitamos las ruinas mayas prácticamente solos con nuestro guía y disfrutamos de una puesta de sol en lo alto de uno de sus templos más colosales. Tras la experiencia, coincidimos todos los miembros del grupo en que Yaxhá es una de las visitas más recomendables de la zona e incluso la catalogaría cómo imprescindible. Es seguro que no decepciona a nadie.
Día 15 – Flores – Tikal – Flores
Nos esperaba el plato fuerte de estos días y una de las visitas más importantes de nuestro viaje por libre a Guatemala. Salimos a las 4 de la mañana hacia la entrada del parque y allí pasamos la mañana conociendo las monumentales ruinas mayas de Tikal, unas de las más importantes del mundo maya, culminando la visita con impresionante Templo del Jaguar. Tuvimos mucha suerte con el guía que cogimos, excelente conocedor de todos los intríngulis y los rincones de este maravilloso recinto. Sin duda, Tikal es una de las visitas TOP de Guatemala, aunque puedo asegurar que no tiene nada que envidiar a Yaxhá.
Día 16 – Flores – Cobán
Nuevo día de traslado, esta vez más largo y pesado que los anteriores, nos esperaban teóricamente entre 5 y 6 horas hasta Cobán, que acabaron siendo más de ocho. Llegamos a Cobán a primera hora de la tarde y allí fuimos directamente a la oficina del INGUAT a informarnos sobre cómo ir a Semuc Champey el día siguiente. El amable informador turístico nos dio todo tipo de información y nos acabó convenciendo para pasar una noche en Lanquín, la población más cercana a Semuc Champey. Por la noche decidimos darnos un lujo y cenamos en un buen restaurante local especialista en el cultivo del cardamomo.
Día 17 – Cobán – Semuc Champey – Lanquín
Salimos pronto por la mañana y recorremos las dos horas de camino que separan Cobán de Lanquín. El camino es un seguido de curvas mezcladas con una carretera bacheada que va genial para que a mitad de trayecto casi todos los que íbamos en la furgoneta pidiésemos parar, algunos para vomitar y otros simplemente para evitar hacerlo en breve. Cuando llegamos a Lanquín, la furgoneta nos deja en la puerta del hostal que nos había recomendado el amable señor del INGUAT, cogemos una habitación y desayunamos algo antes de salir hasta Semuc Champey, del que nos separa otra
hora de camino.
Una vez allí, sientes que Semuc Champey es un paraje es único, unas pozas de agua cristalina en las que puedes darte uno de los baños más gratificantes que recordarás. Las fotos del lugar no hacen justicia de su belleza y sin duda merece la pena el esfuerzo para llegar a este recóndito rincón. Por la tarde fuimos a visitar las cuevas de Lanquín, en las que al final de la tarde, ya anocheciendo disfrutamos de un espectáculo único viendo la salida de miles de murciélagos de la cueva. Fue un día intenso que acabó con unas buenas cervezas y cena en el hostal, que ofrecía unas buenas hamburguesas.
Día 18 – Lanquín – Panajachel (Lago Atitlan)
Hoy sí, llegaba la madre de todos los trayectos que habíamos hecho en este viaje por libre a Guatemala. Nos esperaban 12 horas de carretera que nos llevaban desde Lanquín hasta Panajachel, en el lago Atitlan, por la ruta menos habitual de las que se hacen, la conocida ‘ruta maya’, que pasa por Cobán y recorre parte del norte del país, con carreteras aún en condiciones bastante justitas (siendo muy generoso). Queríamos hacer esta ruta por varios motivos; el primero era que la otra opción pasaba por La Antigua y daba una vuelta descomunal, haciendo prácticamente en las mismas horas un buen puñado de kilómetros más. El segundo; la zona que recorre la ‘ruta maya’ es la menos conocida y transitada por los turistas de todo el país y nos apetecía, aunque fuese desde el coche, conocer algo esta parte. Y con todo, llegamos sanos y salvos, aunque ya de noche a Panajachel, dónde nos esperaban un par de días conociendo la zona.
Día 19 – Panajachel (Lago Atitlan)
Salimos por la mañana en busca del muelle colectivo para coger los barcos que van parando en los diferentes pueblos ubicados alrededor del lago. Durante todo el día visitamos el pequeño y curioso San Marcos, el bonito San Juan y sus decenas de cooperativas dispersas por sus empinadas calles y acabamos en el más grande Santiago, dónde nos acercamos preguntando a los lugareños a las humildes casas dónde tenían a su dios Maximón en lo que fue una experiencia un tanto extraña.
Día 20 – Panajachel (Lago Atitlan)
Para hoy quedaba uno de los días grandes; la subida al volcán San Pedro (3020 msnm). Salimos a las 6 de la mañana y nos preparamos para el ascenso tomando un desayuno contundente y cogiendo unos sándwiches para comer durante la subida a la cima. El ascenso hasta el punto más alto
puede durar entre 3 y 4 horas y no es sencillo, habiendo muy pocos puntos para descansar, mientras que la bajada son aproximadamente 2 horas en las que las piernas acaban casi más castigadas que en el ascenso. Eso sí, todo el esfuerzo merece la pena una vez has llegado a la cima del volcán San Pedro. Desde allí la vistas del lago Atitlan son sublimes, inmejorables. Y no sólo eso, desde allí puede ver también los cercanos volcanes Tolimán y Atitlán y cómo en nuestro caso, si el día está claro se puede incluso ver la fumarola que desprende el activo volcán Fuego. El día fue duro y llegamos al hotel a las cinco de la tarde, casi entrando la noche, pero sin duda, pese a la dureza y el cansancio, es una subida que merece la pena.
Día 21 – Panajachel – Chichicastenango – La Antigua Guatemala
Era el último día real de nuestro viaje y pocos sitios mejores que el mercado de Chichicastenango, dónde compramos los últimos recuerdos del país. La ciudad, ya peculiar de por si, se llena de colorido y gente y puedes encontrar cualquier cosa. Aunque lo que más nos impresionó fue la Iglesia de Santo Tomás, en la que algunos locales hacían rituales mayas a la entrada en una estampa difícil de ver en otros sitios. El traslado a La Antigua debía de ser corto y placentero, unas dos horas, pero un accidente de tráfico en la carretera que conecta Chichi con La Antigua nos retuvo durante varias horas y acabamos tardando cinco horas. No había mejor manera de despedir Guatemala que con un caótico y largo traslado!
Día 22 – La Antigua Guatemala – Barcelona
Último desayuno de nuestro viaje por libre a Guatemala y traslado al aeropuerto, aunque un servidor aprovechó para levantarse un poco antes que el resto y salir a pasear tranquilamente por las calles de La Antigua. A las 8 de la mañana pude contemplar una ciudad tranquila y fue un verdadero placer dar un último paseo por sus calles adoquinadas, volver al magnífico Arco de Santa Catalina y grabar en mi memoria las últimas estampas de un volcán Agua que amaneció totalmente claro.
Si estás preparando un viaje a Guatemala, te recomiendo que leas mi artículo en el que os hablo de los lugares imprescindibles que ver en Guatemala.
Hola, amigo. Estoy armando mi viaje por América Central. Una duda: desde Antigua ustedes toman un bus o minibus a Santa Rosa de Copan. Ese minibus fue contratado para ustedes solos o es accesible desde Antigua? No quiero volver a Guatema Ciudad para pasar a Honduras. Me podrías informar cómo lo hiciste? Mil gracias!!!! Soy de Argentina y escribo sobre viajes.
Hola! Desde Antigua salen buses regulares desde la terminal de autobuses hasta Santa Rosa de Copán y también salen minibuses ‘particulares’ que comparten grupos de viajeros para llegar hasta allí. Nosotros optamos por esta última opción, hablamos con el dueño de nuestro hotel y nos consiguió sitio en un minibús que iba directo desde Antigua hasta Copán. Un saludo y cualquier otra duda solo tienes que decirlo!!
De nuevo por aqui; para hacerte una pregunta: has comentado que perdiste la posibilidad de enlazar tu llegada a belice con cayo caulker y tuviste que quedarte en un hotel muy proximo al muelle en belice. Me puedes decir si el hotel te resulto barato y bueno?. Lo digo porque estoy buscando un hotel en belice city y no encuentro uno barato. Gracias.
Hola Antonio,
La verdad es que llegamos a Belice City sin alojamiento y encontramos uno muy barato cerca del muelle, aunque no demasiado bueno. Puedes intentar buscar por esa zona o ir directamente para ver si encuentras algo en el momento.
Un saludo
he visto que hiciste flores _ Coban. Dormiste en coban y luego al dia siguiente saliste de coban, dos horas despues llegaste a lanquin, desayunaron, reservaron una habitación ( me gustaria saber la que te recomendó el funcionario de INGUAT) Y fueron a Semuc Champey, y finalmente volvieron a lanquin para quedarse en el lugar que les recomendaron. Mi pregunta es si pudiste disfrutar de Semuc Champey, DE UNA MANERA COMPLETA, puesto que tengo entendido que hay un mirador, y luego se puede disfrutar de las pozas, ya que yo tengo previsto salir de panajachel, llegar a coban y partir a semuc champey, dormir alli y al dia siguiente disfrutar todo el dia de Semuc champey porque me dio la sensación de que hay que emplear un dia completo para ver semuc.
Gracias.
Hola Antonio, así es, hicimos el trayecto de Flores a Cobán y luego salimos hacia Semuc Champey. Si quieres puedes consultar todo el material que hay en el blog sobre Semuc Champey o Cobán, verás que ahí indico tanto el alojamiento como todos los tiempos, traslados e información necesaria.
Sobre tu duda de si podrás disfrutar de Semuc Champey al completo, la respuesta es sí, da tiempo de sobras para visitarlo, bañarse y disfrutar de este lugar único. En realidad, con 3-4 horas lo haces todo tranquilamente y luego incluso puedes visitar las cuevas de Lanquín, que también valen mucho la pena.
¡Un saludo!