Isla del Sol, el paraíso inca en Bolivia

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Tomàs Garcia

Pocos lugares más fascinantes encontramos en nuestro viaje a Bolivia que el Lago Titicaca; adentrarnos en el lago navegable más alto del mundo y descubrir todos los lugares que había que ver en la Isla del Sol, la más grande del lago y de la que nosotros no nos olvidaremos jamás.

Dice la leyenda que fue en la Isla del Sol de Bolivia donde nacieron los dos creadores de la cultura incaica, Manco Cápac y Mama Ocllo, que tienen su origen en el dios Inti (el sol) según la mitología. Aunque durante nuestra visita a Tiwanaku nos explicaron que esta leyenda puede tener parte de verdad, pues se dice que Manco Capac y Mama Ocllo eran tiwanacotas y fueron muchos los tiwanacotas que emigraron hacia el norte tras una gran sequía y se establecieron a orillas del Lago Titicaca y en las islas de este, creando posteriormente la cultura incaica.

Esto puede ser historia o mitología, pero lo que es real es que visitar y sobre todo dormir allí, fue una experiencia de la que nos llevamos uno de los mejores recuerdos de nuestro viaje a Bolivia y sobre la que escribo con especial entusiasmo. Aquella pequeña gran isla nos cautivó para siempre pese a permanecer aún cerrada su parte norte (en teoría la más bonita) por un conflicto local que de momento, aglutina a los pocos visitantes que desembarcan aquí, en su parte sur, en la comunidad Yumani.

Qué ver en la Isla del Sol, el paraíso de Bolivia en el Lago Titicaca

Este pequeño tesoro brilla por su calma y su autenticidad, aunque también rebosa historia que se puede ver en algunos lugares como el Palacio de Pilkokaina, que significa el «lugar donde reposa el ave» refiriéndose al líder inca que aquí residía, y que reposa impactante en la parte sur de la isla, a escasos 2 kilómetros del puerto de Yumani (30-45 minutos).

Pero hablando del embarcadero de Yumani, en la zona sur de la isla y donde llegan todos los botes desde Copacabana, lo primero que uno tiene que ver en la Isla del Sol es la Escalera del Inca, imponente y agotadora, no es sencillo subirla cargado con la mochila aun sabiendo que estás pisando historia viva de la cultura inca.

Escalera del Inca en la Isla del Sol
La escalera Inca que recibe a quien visita la Isla del Sol

Casi al final de la dura subida, la Fuente de la Juventud aparece ante ti y mantiene su leyenda, esa de la eterna juventud en la que muchos creían. Incluso yo tuve la tentación de beber el agua que de ella brotaba tras subir la empinada escalinata esperando el milagro de recuperar el aliento perdido.

La subida continúa y transcurre por calles polvorientas y cada vez más empinadas que llevan a la calle principal de la Comunidad de Yumani, la principal administradora de la zona sur de la Isla del Sol. Allí puedes elegir un sitio para comer, cado uno con mejores vistas del majestuoso Lago Titicaca, que rodea este pedazo de tierra.

Después de comer ligero para no dar la mínima esperanza al mal de altura, iniciamos el camino de subida hasta el Cerro Palla Khasa (4.065 msnm), al que llegamos completamente solos, pues son las tres de la tarde y los últimos botes de tour de día completos que parten desde Copacabana ya han tomado el camino de vuelta. Es en ese momento cuando la Isla del Sol adquiere una dimensión diferente, cuando la calma y la soledad se apodera de ella y la convierte en un lugar único en Bolivia.

Con vistas a la Isla de la Luna
La Isla del Sol y la isla de la Luna al fondo

En el Cerro Palla Khasa pasamos un buen rato adivinando la línea imaginaria que divide la zona sur de la isla con el resto, adonde no podemos acceder. Aunque en realidad observamos que esta línea no es tan imaginaria y a lo lejos conseguimos ver una caseta con una bandera roja que más tarde nos explican que marca el límite para el turista. Desde aquí, también vemos la Isla de la Luna, en la que habíamos estado durante la mañana.

Aunque nos han dicho que la puesta de sol en el Cerro Palla Khasa es maravillosa y estamos completamente solos, aún es pronto y hemos disfrutado tanto del lugar que pensamos que es mejor no alargarlo y estropearlo. Decidimos empezar la bajada y vemos aparecer un grupo de viajeros y viajeras que se dirigen hacia el cerro precisamente para lo que nosotros hemos decidido no esperar. Eso nos hace dudar por un momento sobre si la decisión ha sido la correcta, aunque a mitad de camino y con la subida y la altitud, ya no hay marcha atrás.

Vistas a la Isla del Sol
Dominando la Isla del Sol desde su punto más alto

Caminamos sin rumbo y nos perdemos. Queda menos de una hora para la puesta de sol. Miro mi súper útil mapa online que nunca me abandona y veo que cerca hay un cerro del que nadie nos había hablado, el Cerro Queñuani. La conversación es rápida: ¿Vamos a ver qué hay? Venga, vamos a ver, aún es de día y hay poco más que hacer en la isla hasta la hora de cenar.

Caminamos durante algo más de media hora hasta lo alto del pequeño Cerro Queñuani y al llegar no vemos a nadie, aunque las vistas nos dejan boquiabiertos desde el primer momento. A lo lejos se ve la estructura de piedra en lo alto del Palla Khasa, de dónde venimos, y contamos al menos una decena de personas agrupadas en la parte más privilegiada. Miramos alrededor nuestro y aquí no hay nadie, aunque vemos acercarse a dos chicas que vienen caminando hacia aquí.

Puesta de sol Cerro Queñuani de Isla del Sol
La increíble puesta de sol del Cerro Queñuani

Las vistas son hipnotizantes y casi sin darnos cuenta el sol está bajando así que, tomamos asiento en un par de piedras y pasamos los últimos minutos del día viendo como el sol caía lentamente sobre las aguas del Lago Titicaca. Acababa uno de los mejores días de nuestro viaje por Bolivia.

¡Info!  Consulta mi guía con los preparativos y consejos para viajar a Bolivia.

Dónde comer en la Isla del Sol y disfrutar de la grastronomía de Bolivia

Aunque en la calle principal de la pequeña comunidad de Yumani hay infinidad de locales que ofrecen menús semejantes, hay algunos que merecen una especial mención.

Suma Uñtasiwi

Fue el primer lugar en el que comimos al llegar a la isla y aún ahora me quedo sin palabras para describir las emociones que despertó aquel lugar en mí. No es que la comida fuese especialmente buena, de hecho, casi ni recuerdo lo que comí, es que al cruzar su puerta y llegar a su especie de terraza o zona ajardinada en la que tenían cuatro mesas vacías montadas y ver lo que desde allí se veía, uno no puede quedar más encandilado de la Isla del Sol.

Restaurante con vistas al Titicaca
Comer con estas vistas no es nunca un mal plan

Andino

Cenamos aquí la primera noche y lo hicimos de maravilla, en un ambiente relajadísimo y silencioso que únicamente rompía el retoño de la familia que decidió convertirnos en sus nuevos amigos preferidos. Lo pasamos de maravilla, nos reímos muchísimo y además, cenamos estupendamente un menú por 25 bolivianos que incluía sopa, un principal y postre.

Las Velas

Si buscas un lugar diferente donde comer en la Isla del Sol, este puede ser tu sitio. Las Velas está algo apartado del resto de restaurantes, camino al Cerro Queñuani. La carta entera tiene una pinta tremenda y sus platos son bastante más elaborados (filet mignon, por ejemplo) aunque eso sí, el precio también es algo más elevado.

¡Info!  Puedes leer el post con mi experiencia durante tres días en el Salar de Uyuni, el otro gran atractivo natural de Bolivia.

Dónde dormir en la Isla del Sol

Hostal Inti Wayra

La única noche que pasamos en la Isla del Sol de Bolivia, la pasamos en el modesto Hostal Inti Wayra.

El inicio de nuestra relación con este alojamiento no fue bueno porque está bastante arriba y cuando nos dejó el bote en el embarcadero, cogimos nuestras mochilas y empezamos a subir, pensábamos que no íbamos a llegar nunca. Completamente sudados y agotados llegamos después de 20 minutos de camino y no es que esté tan lejos, es que los 4.000 metros de altitud hacen bastante mella a la hora de subir cuestas.

Hostal Inti Wayra
Las vistas de nuestro hostal en la Isla del Sol

Cuando recuperamos el aliento y vimos la habitación, todo había compensado. Aunque muy sencilla y modesta (es bastante nuevo), las vistas valían cualquier esfuerzo para llegar hasta allí.

No nos vamos a olvidar jamás del cielo estrellado o del amanecer que vimos desde la misma cama. Por si fuera poco, el desayuno tampoco está nada mal. Un lugar tan sencillo como inolvidable.

Puedes consultar los precios y reservar en el Hostal Inti Wayra desde este enlace.

¡Info!  ¿Planeando tu viaje? Lee mi artículo con los imprescindibles que ver en Bolivia.

Cómo llegar y salir de la Isla del Sol en Bolivia

Si vienes desde Copacabana y vas a volver a esta localidad, las opciones son sencillas. Este es un resumen de los horarios entre Copacabana – Isla del Sol – Copacabana:

  • Copacabana – Isla del Sol (Yumani y Challapampa): 8h y 13h.
  • Isla del Sol (Yumani) – Copacabana: 10:30h, 15h y 16h. (aunque leímos sobre una salida sobre las 8 de la mañana, preguntamos en el puerto de Yumani y nos dijeron que la primera salida era a las 10:30h)

¡Info! 
Una observación importante y que a nosotros nos inquietaba: Si quieres viajar desde la Isla del Sol hasta La Paz ese mismo día, los horarios de los barcos de vuelta están coordinados con los autobuses que salen desde Copacabana a La Paz, normalmente entre las 13-14h. El barco saldrá a las 10:30h de Yumani, llegarás a las 12:30h aproximadamente a Copacabana y tendrás incluso tiempo para comer algo antes de tomar tu autobús a La Paz.

Aunque si prefieres, puedes ver todas las opciones de cómo llegar y salir de la Isla del Sol hacia y desde Copacabana en este post y seguir nuestro viaje por Bolivia descubriendo algunos lugares como la capital Sucre, la gran ciudad de La Paz o conociendo nuestra ruta de 20 días en el país.

3 comentarios en «Isla del Sol, el paraíso inca en Bolivia»

    • Gracias Maica!! Nosotros pasamos dos días y una noche y nos pareció un sitio increíble. ¿Hubiésemos estado más días? Creo que no, no hay demasiado más que hacer en Isla del Sol, es más bien un lugar tranquilo dónde disfrutar de esa calma y de las vistas y el aura que envuelve al Lago Titicaca.

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