Este no es un blog de medicina ni nada por el estilo, pero cualquier viaje a algún país que esté a cierta altura genera la eterna duda de cómo prevenir el mal de altura, también conocido como soroche o mal de montaña.
Cómo acabamos de volver de un viaje a Bolivia, uno de los países por excelencia dónde el mal de altura se hace notar en los viajeros y viajeras, he pensado en contar mi experiencia al respecto contrastando y consultando información con algunas webs especializadas en el asunto y que me fueron de utilidad antes de mi viaje para al menos, conocer lo que podía encontrarme al aterrizar en La Paz, la capital más alta del mundo.
Índice
¿Qué es el mal de altura?
Mal de altura, mal agudo de montaña, MAM, soroche…son múltiples los términos por los que se conoce a este trastorno debido a la falta de oxígeno por la altitud.
Técnicamente, el mal de altura es debido a la falta de adaptación del organismo a determinada alturas, habitualmente a partir de los 2.400 metros. A partir de esa altura, la presión atmosférica y del oxígeno disminuyen y por lo tanto, el oxígeno que entra en nuestro cuerpo es inferior. El organismo recibe menos oxígeno del que está habituado y eso produce la hipoxia o falta de oxígeno en sangre y consecuentemente, el conocido mal de altura.
Si viajas a esas altitudes, el soroche lo vas a notar sí o sí, en menor o mayor medida, pero es rarísimo que no lo notes así que, calma y sigue algunos de los consejos más habituales y que vais a encontrar en las próximas líneas.
Por si acaso, siempre es aconsejable visitar un médico especialista en el tema. En las unidades de medicina tropical o especialistas en medicina de viajes suelen tener protocolos y recomendaciones al respecto.
¡Info! Una de las causas del mal de montaña es la subida a grandes alturas de manera rápida, algo inevitable si viajas a Bolivia y aterrizas en La Paz, a más de 4.000 msnm., donde se encuentra en Aeropuerto Internacional de El Alto.
Los síntomas del mal de altura
Se pueden dar uno, varios o todos, pero es bastante probable que tu organismo se vea afectado por el mal de altura así que, voy a intentar describirte algunos de los síntomas que podríais notar:
- Mareos
- Debilidad o cansancio, que notarás especialmente a la hora de caminar, tomátelo con calma
- Dolor de cabeza
- Falta de aire. Este, a mí personalmente, me aparecía de manera más clara durante la noche, a la hora de dormir
- Náuseas y vómitos
- Falta de apetito
- Insomnio
Estos serían algunos de los síntomas que, de manera más o menos frecuente y en diferentes grados, es probable que sintáis.
Hay algunos más graves como podrían ser afectaciones a la visión, vómitos constantes durante muchos días, edema pulmonar e incluso edemas cerebrales.
Con estos haría falta tomar medidas más directas; bajando de altura y acudiendo inmediatamente a un médico. No hace falta que os diga a estas alturas que llevar un buen seguro de viaje os puede librar de un gran problema, especialmente en países donde el mal de altura puede llegar a ser un quebradero de cabeza.
La gravedad del mal de altura y su duración dependen más de la velocidad a la que hayas ascendido que de la altitud alcanzada en si.
En nuestro caso, durante el viaje a Bolivia, destino al que llegamos desde Barcelona (a nivel del mar) y aterrizamos en el Aeropuerto de El Alto, a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar, las reacciones de nuestros organismos fueron diferentes. Eso puede ser idéntico si únicamente vas a visitar, por ejemplo, la atracción turística más importante de Bolivia, el Salar de Uyuni, ya que en algunos puntos de nuestro tour de tres días estuvimos a casi 5.000 metros.
A mí me afectó relativamente poco, con un dolor de cabeza relativamente intenso al final del primer día y que fue disminuyendo hasta no notar absolutamente ninguno de los síntomas al cabo de unos días.
Por otra parte, a Marta, mi pareja, le afectó algo más, notando el dolor de cabeza, algunas náuseas y una falta total de apetito durante el primer día, que tuvo que acabarlo en la cama desde después de la hora de comer, cuando no pudo ni probar bocado del plato que había pedido. Decidimos en ese momento tomar un medicamento que nos habían recetado y que os citaré más adelante y los síntomas fueron remitiendo, permitiéndonos desde el día siguiente seguir el viaje con total normalidad, aunque bajando el ritmo del día a día, hasta encontrarse perfectamente en pocos días.
Cómo prevenir o evitar en la medida de lo posible el mal de altura
Antes de nada, hay que saber que prevenir el mal de altura no es sencillo y es bastante probable que de una manera más o menos agravada, notes los síntomas.
Después de este primer aviso un tanto pesimista, la manera principal de prevenir el mal de altura es la aclimatación, es decir, realizando una ascensión progresiva hasta la cota máxima. De esta manera, tu organismo se irá adaptando poco a poco al cambio.
Como es probable que si realizas un viaje como el nuestro, esto sea imposible, a partir de aquí, hay otros modos, todos complementarios entre si, que ayudarán a llevar mejor el soroche como mantener una buena hidratación (bebe agua antes de notar la sed) o evitar el consumo de alcohol y tabaco en la medida de lo posible.
Igual o más importante es también el no realizar comidas muy copiosas, facilitando la digestión al organismo. Esto, además de ayudar a prevenir el mal de altura, ¡va a ir fantástico para mantener el tipo!
También es importante realizar esfuerzos físicos controlados, si notas algunos síntomas del soroche, trata de no agotarte y controla tus esfuerzos.
Un último consejo que nosotros pusimos en práctica desde nuestra llegada a Bolivia y sobre lo que habíamos leído mucho, fue consumir hojas de coca, mascándolas (no tienen el mejor sabor del mundo, no os voy a engañar) o tomando mate (té) de coca. Esto suele ser bastante efectivo y ayuda a paliar los incómodos síntomas del soroche. Nosotros solíamos tomar un mate durante el desayuno y otro a media tarde, después de comer. En ocasiones caía incluso un tercero.
Si con todo esto, tu cuerpo sigue sin sentirme cómodo y notas que los síntomas se agravan en lugar de ir disminuyendo, lo más aconsejable es descender en la medida de lo posible y acudir a un médico.
¡Info! ¿Planeando tu viaje? Lee mi artículo con los imprescindibles que ver en Bolivia.
Alternativa médica para evitar el mal de altura
Si visitas a cualquier unidad de medicina especializada, es probable que te receten un medicamento llamado Edemox, que deberás tomar preventivamente un día antes de tu ascensión y seguir tomándolo durante los 4-5 días siguiente.

Puedes optar por tomarlo preventivamente o si lo prefieres, y esta es siempre mi opción preferida, esperar a ver si los síntomas te atacan demasiado para tomarlo, el efecto va a ser el mismo y te ahorras medicarte si tu cuerpo asimila bien el cambio de altura.
Con este medicamento vas a dejar de notar los síntomas de manera bastante rápida y efectiva, mi pareja lo tuvo que tomar tras el primer día y tal como nos dijo la doctora y algunos viajeros que habían recurrido a él, los efectos se notan en pocas horas.
Como digo, aunque os lo receten, yo siempre optaría por esperar a ver la reacción del organismo al cambio de altura y en todo caso, siempre se está a tiempo de tomarlo.