Qué ver en Altafulla: encanto costero a los pies de un castillo

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Tomàs Garcia

Muchos conocen Altafulla por su bonita costa, pero no te dejes engañar por los encantos de un agua cristalina, porque hay mucho que ver en Altafulla, una localidad pequeña, pero con pasado medieval y un castillo que se erige imponente en lo más alto.

Qué ver en Altafulla: ruta desde el castillo hasta el Mediterráneo

Antes de empezar, si vas a visitar Altafulla y quieres pasar la noche en el pueblo, tienes que dormir en este hotel con mucho encanto. La habitación básica es más que suficiente y además tiene uno de los mejores restaurantes de Tarragona.

Ahora vamos a lo que toca, una ruta por lo mejor que hacer en Altafulla. Empezaremos por el castillo, en la parte alta de la localidad y acabaremos en las aguas cálidas y cristalinas del Mediterráneo. Pronto entenderás porque este es uno de los pueblos más bonitos de Tarragona.

Qué ver en Altafulla imprescindibles
No te pierdas los rincones más fotogénicos que ver en Altafulla

Castillo de Altafulla

Este singular castillo de estilo renacentista está documentado por primera vez en escritos del año 1059 y lo encontrarás en el corazón del centro historia de Altafulla, conocido como Vila Closa (Villa cerrada).

Pese a que he podido visitar Altafulla varias veces, nunca he visto el castillo por dentro, aunque tiene una explicación muy sencilla: todavía es la residencia de verano del marqués de Tamarit y de la familia de los Montserrat.

Castillo de Altafulla
El Castillo de Altafulla es uno de los emblemas de la ciudad

El castillo estuvo cerrado al pueblo o hasta hace poco tiempo, pero desde 2019 se pueden realizar visitas guiadas para conocer su jardín, algunos espacios interiores y lo más interesante; una valiosa galería renacentista. Sin embargo, solo se organizan visitas el primer martes y el último sábado de cada mes (en verano ni siquiera eso porque están sus propietarios) y es necesario reservar a través de la oficina de turismo de Altafulla.

Si quieres dormir también en un sitio como este aunque no sea tuyo, lee mi artículo con algunas propuestas para dormir en un castillo en Cataluña. Verás que hay alguna sorprendentemente barata y os aseguro que la experiencia es genial.

Muralla de Altafulla y la Vila Closa

En realidad Vila Closa significa literalmente “villa cerrada” y el centro historia de Altafulla se conoce históricamente de esta manera porque quedaba en el interior de sus murallas.

Vila Closa de Altafulla
Vila Closa de Altafulla

Precisamente de esas murallas, que son del siglo XIV -aunque ampliadas en el siglo XVII- se conservan todavía algunos tramos, que junto con las puertas de acceso y las torres permiten hacerse la idea del antiguo entramado defensivo de la ciudad. A pequeña escala, recuerda a la muralla de Girona, una de las más bonitas que he visto.

Las calles de la Vila Closa, empinadas y estrechas como mandan los cánones medievales, son de lo más bonito que ver en Altafulla. El carrer del Forn, la Plaçeta, la plaça de la Pau o el encantador Passatge de Santa Teresa son algunos de los puntos más fotogénicos.

Calle del Forn
La calle del Forn es una de las más encantadoras de que visitar en Altafulla

Monument als Castells, un homenaje a la tradición catalana

Los castells son una de las tradiciones catalanas más arraigadas y Altafulla ha querido rendir homenaje con un monumento en el centro de la ciudad. ¿El motivo? En la provincia Tarragona están las collas(pandillas en castellano) más famosas del territorio catalán.

De hecho, esta escultura hecha en arcilla cocida representa, a escala real, el pilar de ocho con forro y manillas que en 1878 la Colla Vella de los Xiquets de Valls consiguió en esta misma plaza. La encontrarás en la Plaça del Pou.

Escultura als Castells en Altafulla
Qué visitar en Altafulla – La reseñable escultura als castells

Por cierto, los Castellers d’Altafulla fueron fundados en 1973 y son uno de los grandes atractivos durante las fiestas locales. Si algún día vas a visitar Altafulla en noviembre, busca cuando salen porque es un espectáculo enorme.

Iglesia de San Martín de Altafulla

Seguimos en el centro histórico (la Vila Closa, ¿te acuerdas?) y esta vez paramos en la iglesia más importante que ver en Altafulla, la de San Martín.

Se construyó en el siglo XVIII sobre los restos de un viejo templo románico y es de estilo barroco (para barroco el que vi en Sicilia, qué maravilla), con un campanario octogonal inacabado y una fachada bastante sobria que recuerda más a una fortificación que a un templo religioso.

Iglesia de San Martín en Altafulla
Iglesia de San Martín en Altafulla

Como casi todo el pueblo, la iglesia también era propiedad de los marqueses de Tamarit, que se dedicaban al comercio marítimo y a su vez se encargaban de una meticulosa restauración de todos los edificios históricos que hoy podemos visitar en Altafulla.

Museo de Altafulla

Este pequeño espacio dedicado a la etnografía de la localidad reúne más de 1000 piezas que narran la vida rural y social de Altafulla.

La existencia de este museo es gracias al artesano y vecino de Altafulla, Salvador Gatell, que durante años recuperó y restauró todo tipo de piezas para por fin, en 2008, darles cabida en el Museo Etnográfico del municipio.

Principalmente podrás ver herramientas de trabajo y de la vida cotidiana rural, aunque hay otras piezas curiosas como la noria de sangre.

El museo solo abre los fines de semana (sábados de 17:30 a 19:30h; y los domingos, de 11 a 13:30 h.) y las visitas las hacen voluntarios.

Villa romana de Els Munts, mi lugar preferido que ver en Altafulla

Bajamos en dirección a la costa para entrar a uno de los lugares más alucinantes de la ciudad, la Villa Romana de Els Munts, donde la historia toma el protagonismo absoluto.

Admito que siempre alucino con este tipo de sitios porque me gusta la historia y este complejo también me encantó. Se trata de una villa rural del siglo I d.C. destinada presumiblemente al ocio y al tiempo libre de la aristocracia romana. Probablemente era un sitio clave en las relaciones sociales, políticas y económicas de la época. Vamos, como un club social de esos pijos de hoy en día.

Villa romana dels Munts
La Villa romana dels Munts es testigo de la historia de la ciudad

De hecho, su construcción se produjo en la época de máximo esplendor de Tarraco y ocupó unos terrenos privilegiados, a poca distancia de la costa y de la Vía Augusta.

Lo que hace diferente a este yacimiento es su buen estado de conservación, aunque también resulta interesante saber que el mismísimo emperador Adriano visitó el lugar en el año 122 d.C. 

El complejo forma parte del conjunto arqueológico de la Tarraco Romana que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El horario, precios y más información la puedes encontrar en la página web del Museo Nacional Arqueológico de Tarragona. Por cierto, cierra los lunes, eso sí que deberías saberlo.

Dos miradores con las mejores vistas que ver en Altafulla

Cerca de la Villa Romana encontramos dos puntos panorámicos desde los que puedes tener una magnífica perspectiva de Altafulla, el centro histórico y su costa.

En el primero paramos antes de visitar Els Munts, llegando por la carretera que nos traía desde Barcelona. Se trata del Mirador d’Altafulla, situado en el Carrer dels Munts, 15B.

Vistas del castillo de Altafulla
Vistas del castillo de Altafulla

Al segundo punto panorámico llegamos a pie tras visitar el complejo romano, puesto que está muy cerca de la playa. Es el Mirador Passeig del Fortí (Passeig del Fortí, 19) y es el mejor punto para ver la playa de la localidad.

Playa de Altafulla

Los amantes del mar tienen en Altafulla otro gran atractivo, su playa distinguida con bandera azul. Además, está custodiada por una zona de dunas protegida -Espacio Natural de los Muntanyans- por lo que forma un bonito entorno natural.

En total cuenta con unos 1.100 metros de longitud y su arena dorada y la calma del agua la hacen ideal para las familias. Pero cuidado, porque en los meses de julio y agosto suele haber mucha gente. Yo prefiero ir durante el resto de meses, especialmente junio y septiembre, cuando hace tiempazo y hay mucha menos gente. No tiene la belleza de los pueblos de la Costa Brava y sus aguas, pero a cambio hay menos gente y todo es más barato. 

Vistas de la playa de Altafulla
Vistas de la playa de Altafulla

Cerca de allí, si caminas un poco, puedes encontrar la playa del Canyadell, una pequeña cala virgen que comparte con Torredembarra.

Por ambas playas pasa el famoso Camí de Ronda que conecta la costa catalana. Uno de los tramos que más me gusta, por cierto, es el que cruza la población de Lloret de Mar, uno de los pueblos más animados del norte de Cataluña.

Paseo Marítimo, un lugar muy colorido que ver en Altafulla

Después de un baño en las aguas del Mediterráneo, ya puedes secarte al sol y seguir caminando para llegar hasta el paseo marítimo de Les Botigues de Mar, un barrio de Altafulla nacido junto a la playa durante el siglo XVIII.

Seguramente esta sea la foto que hayas visto de Altafulla antes de llegar, porque las casitas de colores son perfectas para una foto de Instagram, pero yo, además, voy a explicarte un poco su historia.

Paseo marítimo de Altafulla
El paseo marítimo es un hervidero en verano, pero está muy tranquilo el resto del año

Estás construcciones de colores eran antiguos almacenes que utilizaban pescadores y comerciantes para guardar sus herramientas y mercancías. Ahí, bien pegadas a la costa, para que el camino cargados de trastos no tuviese que ser muy largo.

En la actualidad muy pocos se usan ya para almacenar nada y han dado paso a tiendas de recuerdos que abren durante el verano y terrazas de algunos bares y restaurantes ideales para tomar algo con una de las mejores panorámicas que ver en Altafulla.

Desembocadura del río Gaià

Los ríos son una de mis perdiciones. Adoro las ciudades con río, por pequeños que estos sean, porque creo que le dan un encanto muy particular.

En Altafulla desemboca el río Gaià, cuyo nacimiento se produce en el pueblo de Santa Coloma de Quetal y serpentea a través de varias comarcas tarraconenses para acabar su curso en las aguas del Mediterráneo.

Desembocadura del río Gaià
Desembocadura del río Gaià

Como todos los ríos, la zona se llena de vida en una especie de marismas surgidas que recuerdan al paisaje del cercano delta del Ebro. De fondo, aparece la silueta de nuestro siguiente -y último- destino, uno de esos lugares que ver en Altafulla que seguro que te suena.

Castillo de Tamarit

Empezamos nuestra visita en un castillo y la acabamos en otro, aunque en este caso perteneciente al municipio colindante. Os hablo de Tamarit, al que se llega en un breve paseo por la costa.

Es un castillo de origen medieval muy similar al de su vecino, aunque en este caso la belleza radica en su ubicación junto al mar con una muralla que lo rodea. Parecido al de Tossa de Mar en cierta manera. Precioso, vaya.

Castillo de Tamarit
El Castillo de Tamarit visto desde la playa de Altafulla

Y ahora dirás, vale, ¿cómo lo puedo visitar? Pues no se puede. Pese a ser uno de los lugares más interesantes que ver en Altafulla, el Castillo de Tamarit, de propiedad privada, está reservado para la celebración de eventos privados como bodas o congresos. En su página web puedes ver algunas imágenes del interior o puedes optar casarte para que te dejen verlo por dentro.

También te digo que, aunque no se pueda visitar por dentro, la imagen es espectacular. No dudes en caminar hasta allí. Además, por el camino hay un antiguo búnker de la Guerra Civil.

Antiguo Hospital de peregrinos

Esta casa en el corazón de Altafulla -además está en un rincón super bonito- se construyó entre los siglos XVI-XVII y originalmente sirvió como casa de acogida para los peregrinos que pasaban por el municipio.

Se la conoce como hospital por su uso más antiguo, que precisamente fue este. Aseguraba a los peregrinos la asistencia sanitaria y cobijo durante el tiempo necesario. Aunque también es interesante otro hito posterior del que fue protagonista.

Antiguo Hospital de Peregrinos de Altafulla
Antiguo Hospital de Peregrinos de Altafulla

La casa era propiedad de de la familia Martí y Franqués y de hecho, siempre se había creído que el naturalista Antoni de Martí i Franquès había nacido allí, pero posteriormente se demostró que lo hizo en la calle Nou núm.19 de la misma Altafulla.

El caso es que hubo algo que sí sucedió aquí, que fue el descubrimiento de un procedimiento químico por parte del Martí que determinó la composición del aire atmosférico. Este hallazgo fue por fin reconocido por la Sociedad Europea de Química en 2024 y puso en el mapa científico a la pequeña Altafulla.

Otros lugares que ver en Altafulla

Además de los sitios que te he ido mencionando, te voy a dejar algunas propuestas que también puedes hacer en Altafulla si te queda algo de tiempo.

La primera parada es la Pedra del Colsero, un curioso monolito de la época romana de más de un metro de altura que tiene una inscripción funeraria (bastante desgastada, por cierto) y relieves florales en los laterales.

Qué ver en Altafulla
Apunta todo lo que tienes que ver en Altafulla

A la afueras de la localidad puedes visitar la Ermita de Sant Antoni, una pequeña capilla del siglo XVIII situada en una colina con muy buenas vistas.

Por último, puedes ir fijándote en todas las pinturas murales del casco antiguo. El arte callejero de Altafulla no se parece al increíble street art de Penelles o a la curiosa Ivars d’Urgell, pero igualmente tiene detalles interesantes.

Dónde comer en Altafulla

La calidad de las oferta gastronómica de Altafulla diría que es bastante elevada, con propuestas innovadoras, restaurantes con encanto y por supuesto, no faltan los típicos locales frente al mar donde puedes comer con unas vistas increíbles.

Mi primera recomendación es el que considero el mejor restaurante de Altafulla, que el Aromatic, un local bonito que parece un jardín gigante. En su carta hay mucha propuestas interesantes, pero destacaría sobre todo su amplia oferta de platos veganos y vegetarianos. Me encantó el canelón de tempeh, la pasta carbonara vegana y el gran número de entrantes: croquetas caseras, ensaladilla rusa o baba ganush son solo algunas opciones deliciosas.

Dónde comer en Altafulla
El Aromátic es uno de los mejores restaurantes para comer en Altafulla (¡también para veggies!)

Otro restaurante bastante popular donde comer en Altafulla es el Bruixes de Burriac, ubicado junto al castillo. Tiene bastante platos típicos catalanes y el ambiente es muy tranquilo, aunque como punto negativo te diría que está a 15-20 minutos a pie de la playa.

Por último, si buscas algo más desenfadado, te recomiendo La Turquesa, un local frente al mar con varios platos sencillos y sobre todo, unas vistas geniales. Si vas entre semana o fuera de temporada, es ideal para sentarse a tomar un café a última hora de la tarde y disfrutar del silencio y la calma de Altafulla.

Ahora ya conoces todo lo que puedes hacer en Altafulla si quieres visitar la ciudad. Yo te diría que es una de las poblaciones costeras más bonitas de Tarragona y te animo a conocerla si estás de ruta por la zona.

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