Muy cerca de la ciudad de Barcelona, se encuentra una de las joyas modernistas más ocultas y desconocidas del territorio catalán: el Santuario de la Virgen de Montserrat de Montferri o como coloquialmente se le conoce, el Santuario de Montferri, que pudimos visitar tras mucho tiempo detrás de él y sobre el que os hablo en este post.
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Santuario de Montferri, un ejemplo de modernismo con aires de Sagrada Familia
El origen del santuario se remonta a muchas década atrás, cuando los habitantes de Montferri iban a modo de peregrinaje hasta las montañas de Montserrat a dar gracias a la Virgen tras la vendimia.
Con la misión de evitar este largo y farragoso trayecto, un sacerdote propuso construir un santuario dedicado a esta virgen y que estaría situado en la comarca, accesible de manera mucho más sencilla para todos los habitantes de la zona. El sacerdote encargó el proyecto a su primo, el arquitecto Josep Maria Jujol, discípulo de Gaudí, de quien adquirió su carácter modernista.

El Santuario de Montferri se empezó a construir en 1925 y las obras pararon en 1931 por falta de presupuesto. En un principio, las obras de construcción se financiaron mediante donativos de los habitantes de la región y cuando estos se acabaron, fue cuando se detuvieron las obras.
La construcción del Santuario de la Virgen de Montserrat de Montferri no se reanudó hasta el año 1984, que sin prisa pero sin pausa, fue tomando forma hasta el momento en el que al fin se pudo inaugurar el Santuario acabado de manera oficial, en el año 1999 de la mano del arquitecto que cogió el relevo de Jujol en la creación, Joan Bassegoda i Nonell.
El templo ha tardado 74 años en ser finalizado, pero por fin puede verse en su máximo esplendor.
Una curiosidad del Santuario es que, el arquitecto Josep Maria Jujol tomó como referencia la imagen de las montañas de Montserrat, a las que quería recordar en su construcción y que se aprecian en las formas redondeadas de una parte de su fachada.
El Santuario de la Virgen de Montserrat de Montferri también ha sido comparado y se ha ligado estrechamente a la imagen de la Sagrada Familia, la obra maestra de Gaudí que se puede ver en Barcelona.

Como llegar al Santuario de Montferri
El Santuario de Montferri está situado en lo alto de una colina a las afueras del casco histórico de Montferri. Esta posición hace que sea visible desde mucho antes de llegar aquí, en una imagen casi celestial y que hace aparentar un tamaño mayor del que después uno descubre al acceder al templo.
Para llegar al Santuario de Montferri es necesario disponer de vehículo propio y dirigirse en dirección a la provincia de Lleida (aunque Montferri pertenece a Tarragona, en concreto a la comarca del Alt Camp).

El pueblo más cercano con cierta fama es Valls, que está pasado Montferri. Como referencia, puedes seguir las señales hasta Santes Creus, donde encontrarás un famoso monasterio de la Ruta del Cister, igual que el Monasterio de Poblet.

Consejo: Si planeas un viaje por Catalunya, te recomiendo dedicarle unos días a la Costa Brava y conocer la bonita localidad costera de Sitges.
Tips para visitar el Santuario de Montserrat de Montferri
- Abierto de manera general los martes, miércoles y jueves de 10:30 – 13:30h, aunque es necesario confirmar que abran el día concreto que quieras visitar el interior del templo porque a veces cambian de planes de manera imprevista. (Confirmar antes a través de correo electrónico o teléfono en santuari@montferri.altanet.org o 621223815)
- Abierto siempre los sábados y domingos de 10:30 – 13:30h.
- Ten en cuenta que, aunque su interior es bonito y no está de más conocerlo, lo que de verdad vale la pena es el exterior y el entorno, y en este caso, se puede visitar en todo momento porque no cierra. De hecho, nosotros solo visitamos el exterior porque fuimos un sábado a última hora de la tarde desde Les Garrigues.
- El precio para entrar al interior del Santuario de Montferri es de 2 euros la entrada general y de 1 euros la reducida (jubilados, estudiantes…).
- Si te interesa el modernismo en Catalunya, puedes leer más sobre uno de los emblemas de esta corriente, la Casa Batlló de Barcelona.