La Garrotxa es tierra de volcanes. Hoy los gigantes duermen en silencio y a su alrededor se ha abierto paso la vida, un horizonte verde. No hace falta ir muy lejos para admirar la belleza de un volcán; quizás esa sería la respuesta a quienes se preguntan qué ver en la Garrotxa. Tan solo anota todo lo que visitar en una ruta de 3 días para darte cuenta de que estás ante una de las regiones más sorprendentes de Cataluña.
Índice
Algunos consejos prácticos antes de visitar La Garrotxa
Para visitar bien La Garrotxa suelo optar por dormir en la Vall de Bianya. Es una zona con alojamientos rurales muy bonitos. Uno de los que más me gusta es este hotel rural rodeado de naturaleza que tiene apartamentos con chimenea. Las vistas y el entorno son una pasada y es muy acogedor.

He estado varias veces en esta zona y me encanta, es una de mis comarcas preferidas de Catalunya porque la naturaleza es la protagonista. Quizás junto al Delta del Ebro o la exuberante región de La Cerdanya. Te adelanto que visitar La Garrotxa me parece una experiencia única, al fin y al cabo no hay tantos sitios donde puedas ver volcanes y aquí hay un montón.
Olot es la capital de La Garrotxa y te diría que es una ciudad con mucho encanto. Está construida entre volcanes, es una pasada y tienes que visitarla si o si. Mas adelante te hablaré de ella con detalles.
En total hay alrededor de 40 conos volcánicos y más de 20 coladas de lava en la comarca y todo esto forma parte del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa.
Qué ver en La Garrotxa: lo mejor que visitar en una ruta de 3 días
Prepara tus zapatillas deportivas y una buena cámara porque estás a punto de adentrarte en un territorio visualmente excepcional. Pueblos medievales, cascadas y volcanes; visitar la Garrotxa en 3 días es una experiencia que te va a dejar con ganas de más. Ahí van todos los sitios que tienes que incluir en tu ruta por la comarca.
Olot, la capital de los volcanes
¿Te imaginas una ciudad construida a los pies de un volcán? Eso es justamente Olot, solo que rodeada por más de una decena de ellos.

Igual que la cercana villa de Vic, conserva sus orígenes medievales, visible con un simple paseo por su centro empedrado. Un paseo que conduce a través de lugares tan singulares como la colorida Plaza Mayor, el Claustro del Carme o la Iglesia de Sant Esteve, que por cierto, tiene una obra de el Greco en su interior.
Pero el momento culminante del día llega al atardecer, cuando te aconsejo subir a la cumbre del Volcán Montsacopa, desde cuyo cráter circular se tienen una vistas sensacionales. Es posible que esta sea una de las imágenes más bonitas que ver en La Garrotxa, con Olot a los pies y decenas de volcanes en el horizonte.
Castellfollit de la Roca, el pueblo más espectacular que visitar en La Garrotxa
Este pueblo famoso por su ubicación en lo alto de un promontorio rocoso de 50 metros de altura, es uno de los grandes atractivos de la zona y si vas a visitar la Garrotxa en 3 días no puedes perdértelo.
Lo más alucinante es que la pared está formada por antiguas coladas de lava y ha sido moldeada durante siglos por la erosión de los ríos Fluvià y Toronell.

La imagen desde fuera es fabulosa, de esas que se graban en la retina, pero también te aconsejo pasear por sus callejuelas repletas de casas construidas con roca volcánica y acercarte al mirador que hay en el extremo del pueblo.
Cuando lo veas entenderás por qué lo incluí en mi lista de los pueblos medievales más bonitos de Girona. ¡Es una pasada!
Volcán Santa Margarida, el cráter más emblemático que ver en La Garrotxa
Si hay un volcán que todo el mundo conoce y debe incluir en su ruta por La Garrotxa, ese es el mítico Santa Margarida, cuyo cráter esconde una pequeña maravilla.
Es uno de los volcanes más grandes de la región y hay un sendero circular que permite admirarlo desde todos los ángulos. En el centro verás la pequeña ermita románica dedicada a Santa Margarida. Es que no puede tener más magia este sitio.

La ruta parte desde el aparcamiento habilitado (indica en Google Maps: Aparcamiento del volcán de Santa Margarida i del volcán del Croscat) y tiene alrededor de 2 kilómetros en un recorrido que sube hasta lo alto del cráter a través de un bosque de encinas y hayas. Desde allí se baja al interior del cráter, donde a mí me encanta sentarme a descansar un rato (o llevarme algo para comer allí) mientras pienso en la suerte que tengo de poder estar en el centro de un volcán. Tranquilos, su última erupción fue hace 11.000 años, ya sería mala suerte que te tocase a ti ese día.
Si estás organizando una ruta para visitar La Garrotxa en 3 días, esta debe ser una de tus prioridades. La excursión dura apenas 1:30 – 2 horas en total y no defrauda, eso te lo puedo asegurar.
Vía Romana del Capsacosta, una alternativa poco común
Poca gente sabe que una de las cosas que puedes hacer en La Garrotxa es recorrer parte de una antigua calzada romana que pertenecía a la archifamosa Vía Augusta, en el tramo que entraba hacia las montañas desde Figueres para recorrer los valles de la zona. A esta rama de la conocía como la vía Annia.
Se trata de un sendero de 8 kilómetros que parte desde el Pas dels Traginers o en su versión corta desde el pueblo de Sant Salvador de Bianya (5 km). La ruta llega hasta el pico de Capsacosta (986 metros) y concluye en el diminuto pueblo de Sant Pau de Segúries.
La ruta está muy bien señalizada y por el camino hay tramos de piedra con más de 2000 años de historia que construyeron los mismísimos romanos. Lo mejor es que a través del camino hay varios carteles explicativos de la historia de esta vía en la región. También puedes encontrar más información en la página de la Vall de Bianya.
Si vas a visitar La Garrotxa en 3 días, te aconsejo preparar un bocadillo, calzarte las zapatillas y dedicar media jornada a esta ruta, una de las más desconocidas de la zona.
Hostalets de’n Bas, un pueblo con encanto en pleno Valle
Enclavado en un bonito valle, el minúsculo pueblo de Hostalets de’n Bas es uno de esos lugares que encandilan con solo pisarlo.

Tiene un casco histórico a base de casas de piedra y balcones de madera cuya belleza le valió para ser declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional, con la coqueta iglesia de Santa María, como principal elemento arquitectónico.
Desde el pueblo también parten algunas rutas de senderismo que llevan hasta la ermita de Sant Miquel de Falgars. No son muy largas y ofrece vistas espectaculares del Valle. Igualmente, puedes leer mi post sobre els Hostalets de’n Bas para conocer lo mejor de este coqueto pueblo.
Fajeda d’en Jordà, un bosque de cuento
Este enorme bosque de hayas es uno de los paisajes más bonitos que ver en La Garrotxa y además, es uno de los lugares más singulares de la comarca.
El motivo de dicha singularidad es que el bosque crece literalmente sobre la colada de lava del volcán Croscat, a unos 550 metros de altitud. A mi me alucina que haya crecido semejante obra de la naturaleza sobre un mar cenizas.

Para recorrer el bosque puedes dejar el coche en el aparcamiento de Can Serra (de pago) y empezar una de las tres rutas que empiezas desde ese punto: la corta (1,5km), una media habilitada también para bicicletas (4km) y el itinerario largo (10,5km). Si tienes la oportunidad de visitarlo en otoño, los colores son increíbles.
Por cierto, a la entrada hay un monolito dedicado a Joan Maragall, cuyo poema hizo saltar a la fama a este bosque.
Besalú, el pueblo medieval más auténtico que ver en La Garrotxa
Aquí, en el corazón de la ruta por La Garrotxa, se encuentra uno de los pueblos medievales mejor conservados de Cataluña, con su icónico puente románico del siglo XII que cruza el río Fluvià como carta de presentación.
Todo el conjunto de Besalú es una delicia, desde su casco antiguo, declarado conjunto histórico-artístico y repleto de calles empedradas y edificios con orígenes en la Edad Media, hasta un vibrante barrio judío donde se conserva una antigua sinagoga y una mikvé (baño ritual utilizado para la purificación de personas) del siglo XII, considerada una de las pocas que existen en Europa.

Vale la pena dedicar al menos media jornada a descubrir todo este patrimonio y contagiarse de su aroma. Si además, coincide tu visita con algunos de los mercados medievales que se llevan acabo en Besalú, la experiencia es superlativa.
Junto con la cercana ciudad medieval de Vic, es una de las localidades que mejor conserva el legado de la Edad Media y por eso lo he incluido en mi lista de los pueblos medievales más bonitos de Cataluña, por si te animas a hacer una ruta por ellos.
Volcán Croscat, un cráter único y singular
Un sencillo sendero conduce hasta el cráter de otro de los volcanes más famosos que visitar en La Garrotxa, el Croscat.
En la visita podrás ver los enormes gredales y apreciar la forma de este cono volcánico que actualmente está totalmente cubierto de vegetación. Al final, podrás cruzar por su curioso cráter en forma de herradura, que dejó una colada de lava de más de 6 km de longitud.

La ruta empieza en el parking del volcán Santa Margarida (señalizado como itinerario núm. 15) y tiene 2 kilómetros que transcurren muy llanos y que se recorren en apenas 30 minutos. Hay una ruta más larga que parte desde el área de San Serra (aparcamiento Fageda d’en Jordà) y que está señalizado como itinerario número 1, aunque en este caso son alrededor de 10 km ida y vuelta.
Por el camino se pasa por el Centro de Información del Parque Natural en Can Passavent, justo en la entrada de los gredales, donde podrás ver una exposición con explicaciones interesantes sobre el volcán del Croscat.
Salt de Can Batlle, la cascada más bonita que ver en La Garrotxa
Las cascadas son otro de los grandes argumentos para quienes quieren hacer una ruta por la La Garrotxa y es que, el protagonismo de la naturaleza es enorme en esta comarca. Uno de los ejemplos naturales más exuberantes es precisamente el Salto de Can Batlle.
Esta cascada es un doble salto de agua que da lugar a unas pozas cristalinas. La escena es súper bonita y el entorno, repleto de encinas y arbustos, de un verde radiante.
El camino empieza en el punto marcado en la carretera de Santa Pau a Mieres, donde hay un cartel que indica el inicio de la ruta. Unos metros adelante también hay un pequeño descampado para dejar el coche, se encuentra justo aquí.

Desde aquí parte la ruta, que pasa primero por la curiosa Piedra del Diablo. En total son apenas dos kilómetros casi llanos que se pueden recorrer en unos 30 minutos hasta llegar al Salt de Can Batlle.
Cerca de aquí, en la comarca de Osona, también puedes visitar el Salt de Sallent, la cascada más alta de Cataluña y la Foradada de Cantonigrós, un paraje natural que te va a encantar.
El Valle de Bianya, naturaleza y pueblitos con encanto
Este valle formado por varios pueblos minúsculos está considerado el municipio más extenso de La Garrotxa, aunque está tremendamente disperso.
Destacaría los pueblos de Santa Margarida, con un interesante conjunto de iglesia, rectoría y cementerio, o Sant Salvador de Bianya (donde se encontrada mi alojamiento rural en mitad de un entorno natural único), que conserva su iglesia con una distinguida arquitectura.
También te aconsejo marcar en el mapa puntos como la iglesia de Sant Martí de Solamal, el Molí d’en Solà o la iglesia de Sant Pere d’Espuig.
En cualquier caso, conviene hacer una parada en su centro neurálgico y localidad más importante, Hostalnou de Bianya, donde puedes tomarte un respiro desayunando en el restaurante Can Dorca, especialista en embutidos de la zona.
Santa Pau, la maravilla medieval en miniatura
En pleno corazón del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa se encuentra un minúsculo pueblo medieval fundado en el siglo XIII alrededor de un castillo.
La villa creció entre murallas, dando lugar a un conjunto histórico que posteriormente ha sido declarado Bien Cultural de Interés Nacional (en 1971). Su Plaza Mayor con los soportales me encantó y me recordó al pequeño pueblo de Monells, en Girona.

Santa Pau también tiene un castillo del siglo XIII y la iglesia gótica de Santa María, construida en el siglo XV tras los terremotos que dañaron la antigua parroquia.
Además, no te puedes perder las vistas desde la Plaça del mirador, posiblemente una de las estampas más bonitas que ver en La Garrotxa.
Cascada del Molí dels Murris, un ruta fácil y muy bonita
Está fue una de las grandes sorpresas y si vas a visitar La Garrotxa en 3 días, te aconsejo que la incluyas en tu planning porque te va a encantar.
La ruta es súper sencilla, son apenas 2,5 kilómetros desde el aparcamiento el aparcamiento del Espai Polivalent de Les Planes d’Hostoles para llegar hasta la cascada.
Una vez allí, encontrarás un salto de agua que forma una poza de aguas cristalinas alimentada por la riera de Cogolls y rodeada de frondosa vegetación. Cuando la visité había estado lloviendo unos días antes y en la ruta hay un pequeño riachuelo que tienes que cruzar que encontramos con agua más o menos hasta los tobillos, para que tengas en cuenta que te mojarás los pies antes de llegar.

Por cierto, su nombre proviene de un antiguo molino harinero que aprovechaba la fuerza del agua. Allí mismo todavía se pueden ver restos de esta construcción.
Mirador de Xenacs, una parada obligada para visitar la Garrotxa en 3 días
Situado a 909 metros de altitud en la Sierra del Corb, este mirador nos dejó una de las vistas más espectaculares de nuestra ruta coche por la Garrotxa.
Está justo a las afueras de Olot y desde allí arriba se ve la Vall d’en Bas, los volcanes Croscat y Santa Margarida, y hasta las montañas del Pirineo Oriental nevadas en días despejados como el nuestro.
El mirador forma parte del conjunto llamado área recreativa de Xenacs y desde allí, parten algunas rutas de senderismo muy chulas, como la que lleva al volcán Racó y al mirador de Puig Rodó. También verás bastantes paneles informativos sobre la flora y fauna locales, que para un friki como yo molan bastante.
Cuidado, es posible llegar hasta lo alto del mirador en coche, pero solo los fines de semana y festivos. El resto de días hay que subir a pie los 5km de camino.
Puente de Llierca, un icono de piedra
Construido en el siglo XIV cerca del municipio de Tortellà, se encuentra una joya del patrimonio medieval catalán, el Puente de Llierca.
Se trata de un puente de estilo románico con 52 metros de longitud y un único arco de medio punto que se eleva 28 metros sobre el río Llierca. La escena es una maravilla, puede que una de las fotografías más bonitas que ver en la Garrotxa.

Su historia cuenta que fue erigido con fines comerciales y se cobraba un peaje por su uso a quienes llegaban con mercancías. Esas cosas de la Edad Media, suerte que ahora no hay peajes.
Para llegar hasta el puente de Llierca puedes dejar el coche en un aparcamiento habilitado cerca del camping de Montagut y caminar a pie por un sendero corto de apenas unos minutos.
Muy cerca de aquí puedes ver otro puente mítico, el de Camprodón, un pueblo súper bonito en la entrada de los Pirineos catalanes.
Gorgs de la Vall d’Hostoles: la ruta del agua
Además del mencionado Gorg del Molí dels Murris, la Vall d’Hostoles alberga una ruta de pozas digna de cualquier paraíso tropical.
Entre las cascadas más destacadas se encuentran el Gorg de Santa Margarida, un bonito salto de agua rodeado de vegetación y una poza considerable; el Gorg de la Plana, ideal para familias por su fácil acceso; y el Gorg de la Mola.

Todas son rutas sencillas que puedes empezar desde el mismo aparcamiento del Espai Polivalent de Les Planes d’Hostoles, siguiendo la Vía Verde del Carrilet. Especialmente en verano, el acceso está regulado debido a la alta afluencia, aunque si vas fuera de temporada los vas a tener para ti solo.
Sant Miquel y Sant Martí del Corb
Los bosques de la sierra del Corb esconden algunas joyas entre sus senderos, como las ermitas de Sant Miquel y Sant Martí del Corb, posiblemente las dos más destacadas de esta nuestra ruta para visitar la Garrotxa en 3 días.
Ambas son construcciones románicas del siglo X, aunque si tengo que quedarme con una, es la de Sant Martí del Corb, sobre todo por su ubicación, en medio de un hayedo que en otoño te puedes imaginar que está radiante.

Aunque se puede llegar en coche, existe una ruta circular que conecta ambas ermitas y que comienza en Les Preses. Tiene una longitud de unos 9,5 km y deberías calcular entre 3 y 4 horas.
Otros volcanes para visitar la Garrotxa en 3 días
Además de los volcanes más populares que ver en La Garrotxa y que te he mencionado en este post, hay otros más pequeños que también puedes visitar si te da tiempo.
- Volcán Rocanegra: Situado a poca distancia del volcán Santa Margarida, tiene un cono volcánico con cráter en forma de herradura y muy rocoso. Todavía se pueden ver los piroclastos que formaron el cono volcánico. La ruta dura apenas unos 20 minutos a pie desde Santa Pau.
- Volcán Sant Marc: La ruta hasta este cráter es un poco más larga y sale desde la antigua estación de tren de Sant Feliu de Pallerols.
- Volcán Puig-Roig: El itinerario es el mismo que para el volcán Sant Marc y en este caso destaca porque tiene una una antigua cantera de basalto. La ruta para visitar los dos volcanes es de una 2 horas.
¿Quieres ampliar tu ruta? Apunta estos pueblos bonitos cerca de Olot
Además de volcanes, cascadas y un montón de naturaleza, una ruta por la Garrotxa también permite visitar algunos pueblos que no son tan vistosos como los que te he ido diciendo durante el artículo, pero que tienen interés. Estos son para mí los más bonitos y que te aconsejaría visitar en La Garrotxa si estás 3 días o más:
- Sant Joan les Fonts: Forma parte de la red de villas florales y tiene varios caminos para conocer algunas coladas volcánicas. La ruta más interesante es la que va desde la iglesia nueva hasta la orilla del Río Fluviá siguiendo los acantilados del Molí Fondo.
- Les Preses: un pequeño municipio muy agradable para pasear, que permite recorrer su bonito patrimonio. Pero lo más interesante es el área de Xenacs, con panorámicas que se abren en cada giro o los desvíos hacia la Torre de Murriá y el Camí dels Bous. Además es el mejor punto para iniciar una ruta por el valle cercano que conduce hasta las ermitas románicas de Sant Miquel y Sant Martí del Corb.
- Argelaguer: Tiene un pequeño casco histórico tranquilo y acogedor con detalles tan agradables como la capilla románica de Santa Ana o el antiguo castillo gótico de los Montpalau.
- Sant Feliu de Pallerols: Levantado a los pies de los volcanes Can Tià y Fontpobra, y cuyo núcleo urbano se construyó siguiendo el trazado del Río Brugent. En él puedes ver numerosos edificios singulares, aunque mi preferido es el de acá la Rosaura, que tiene un ventanal gótico que esconde el dibujo de un barco.
La cocina volcánica: seña de identidad de la Garrotxa
Cada región debe tratar de poner en la cazuela el paisaje que la rodea y en La Garrotxa se ha desarrollado un tipo de gastronomía a la que popularmente se conoce como cocina volcánica.
La Garrotxa tiene productos genuinos y numerosos platos elaborados sin prisas ni artificios innecesarios, como la escalivada, a su vez uno de los platos más típicos de Cataluña, elaboraba a base de berenjenas y pimientos.
Durante el verano, la escalivada suele encontrar relevo en el empedrat, un plato frío que si se hace con judías de Santa Pau (fesols), merece una mención especial. Un buen lugar para probarlos es el Restaurant Queda bé, en el mismo Santa Pau.

El plato más famoso de la cocina volcánica garrotxina son las populares patatas rellenas de Olot. Es cierto que normalmente están rellenas de carne, pero han aparecido algunas variantes con queso y verduras para los vegetarianos. Uno de los mejores sitios para disfrutar de este clásico de la comarca (también en su versión veggie) es el Restaurante Font Moixina, en Olot.
Durante la temporada de setas, mucha gente viene a hacer una ruta por la Garrotxa para buscar este precioso tesoro gastronómico. Si solo quieres disfrutar de sus sabores, podrás probar platos con colmenillas, rebozuelos o los deliciosos níscalos. También las trufas negras son muy famosas en la Cocina Volcánica, aunque solo en temporada (desde noviembre hasta marzo).
También son muy comunes los platos de caracoles, que se preparan de muchas maneras: en vinagreta, a la llauna… pero ya sabéis que mi faceta veggie me impide actualmente disfrutar de estos platos. Aún así, es uno de los más famosos de La Garrotxa.
Puedes concluir cualquier comida como una copa de ratafía de la Garrotxa, un licor con sabores herbáceos y dulces.
Ruta para visitar la Garrotxa en 3 días
Después de describirte uno a uno los grandes atractivos de la comarca, el objetivo de este apartado es ayudarte a planificar tu ruta para visitar la Garrotxa en 3 días. Te detallaré el día a día del itinerario para que te de tiempo a hacer lo máximo y tengas una ruta lo más óptima posible en cuanto desplazamientos en coche y visitas.
Día 1 de la ruta por la Garrotxa
La escapada empieza en la ciudad de Olot, capital de la comarca y la mejor manera de aproximarse a los encantos de La Garrotxa. Uno de ellos, el volcán Montsacopa para admirar la magnitud de la zona volcánica que rodea la zona.
Después de comer en Olot, por la tarde da tiempo a visitar el pueblo de Hostalets de’n Bas, una parada rápido porque es minúsculo, y desde allí ir a los cercanos Gorgs de la Vall d’Hostoles, dando prioridad al salto de agua del Molí dels Murris.
Día 2 de la ruta por la Garrotxa
El segundo día está dedicado a la naturaleza, con visitas a algunos de los volcanes y cascadas más bonitas que ver en La Garrotxa.
La primera parada es en la Fajeda d’en Jordà para hacer la ruta por el sendero corto, suficiente para apreciar la grandeza y belleza de este paraje.
Desde allí se llega en unos minutos en coche al aparcamiento desde donde parten las rutas al volcán Santa Margarida y el volcán Croscat.
La ruta continúa hasta el pueblo medieval de Santa Pau, donde podéis parar a comer en el restaurante Queda bé y preguntar si tienen los “fesols” de Santa Pau.
Después de comer se puede hacer la ruta hasta el Salt de Can Batlle y empezar la vuelta a “casa” parando en el Mirador de Xenacs antes de bajar el telón del segundo día viendo el atardecer desde nuestro alojamiento en la Vall de Bianya.

Día 3 de la ruta por la Garrotxa
Para los madrugadores, os dejo una ruta matutina para empezar el día, la que recorrer la Vía Romana del Capsacosta. No es muy larga y desde allí puedes empezar la vuelta a casa, parando primero para visitar Castellfollit de la Roca y el cercano puente de Llierca. Ambas paradas son bastante rápidas y da tiempo para llegar a comer a Besalú.
Nada mejor que acabar la ruta por la Garrrotxa que pasando la tarde en Besalú, uno de los pueblos más bonitos de Catalunya y gran colofón a la escapada.
Qué ver en los alrededores La Garrotxa
Si planeas un viaje más largo por la zona, lo cierto es que hay bastantes atractivos que ver cerca de la Garrotxa, con comarcas como Osona, una de mis preferidas porque también destaca por su exuberancia natural, o los cercanos Pirineos. Si te animas, puedes incluso organizar una escapada a Andorra en verano, un territorio que en esa época está precioso.
Precisamente en la frontera garrotxina se encuentra en Tavertet, un pueblo con unas vistas de vértigo y desde el que parten algunas rutas de montaña muy bonitas.
En esa zona, el curso del río Ter serpentea entre acantilados, uno de los cuales da paso al famoso mirador del Ter, una de las instantáneas más sorprendentes de Catalunya. Solo tienes que ver su imagen para saber que la postal es insuperable.
Justamente el río Ter tiene una parada en el Pantano de Sau, conocido por la ermita de Sant Romà de Sau, que solo se deja ver cuando el nivel de agua del pantano está muy bajo. El resto del tiempo permanece bajo las aguas.
También muy cerca, aunque en este caso hacia el norte de La Garrotxa, puedes ver el coqueto pueblo de Beget y si sigues en dirección a Girona, no puedes perderte una parada en el encantador Lago de Banyoles.

Como llegar a La Garrotxa
Olot, la capital de La Garrotxa, se encuentra a 115 kilómetros de Barcelona y para quienes quieran llegar en coche se tarda alrededor de 1 hora y 45 minutos. La ruta más rápida por carretera es la que va por la autopista C-17 hacia Vic y enlaza con la C-37 hasta llegar a Olot.
La otra alternativa es llegar a La Garrotxa en autobús directo desde Barcelona. El bus sale desde la Calle Tarragona 129 y la ruta la hace la compañía TEISA. Puedes buscar horarios y comprar los billetes online en su página web. El trayecto dura 2 horas 30 minutos y llega hasta la estación de autobuses de Olot.