Llegué a Kosovo con el objetivo de aprender. La historia de este país es tan corta como intensa y la realidad todavía muestra un pueblo dividido cuyo mejor ejemplo es el de Mitrovica (Mitrovicë), una ciudad al noroeste de Kosovo.
Desde que supe que iba a viajar a Kosovo, me empeñé en visitar Mitrovica y puse una cruz en el mapa. Es una ciudad dividida en la que conviven albaneses y serbios con una frontera de por medio. Recorrer los lugares más interesantes que ver en Mitrovica es el mejor ejemplo para entender la realidad de Kosovo, un país al que todavía le escuecen sus cicatrices.
Breve historia del conflicto de Kosovo
La mejor manera de entender Mitrovica es conocer su contexto, así que empezaré por el principio. También podéis conocer más a fondo el país leyendo estos datos y curiosidades sobre Kosovo.

Kosovo ha sido históricamente una provincia de Serbia, pero con una singularidad que la hacía diferente al resto: era un territorio de mayoría albanesa.
Bajo el mandato de Tito al frente de Yugoslavia (desde 1945 hasta 1980), Kosovo gozó del estatus de provincia autónoma. En ella se reconoció el albanés como lengua oficial, se introdujo como una materia en las escuelas y se permitió sin límites el uso de simbología de Albania.Un gran paso adelante que reconocía las singularidades del territorio.
Esta singularidad acabó desembocando en un grave conflicto étnico e ideológico, y más tarde en una guerra cruel y despiadada.
Tras años de convivencia y entendimiento, llegó el mandato de Slobodan Milosevic (de 1989 a 1997) y éste suprimió todos aquellos privilegios reconocidos. Por supuesto, esto acabó siendo fruto de tensión.
Con el tiempo, se creó el Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) en 1996, que inició su cruzada por la independencia kosovar, en realidad de mayoría albanesa. La brecha entre albaneses y serbios estaba ya creada, pero ahora se acentuaba. Esto dio lugar a la conocida como Guerra de Kosovo, un conflicto armado entre 1998-1999 que se cobró muchas vidas. Demasiadas.
Tras esto, Kosovo quedó bajo la protección de las Naciones Unidas y del KFOR, las fuerzas internacionales encargadas de mantener la paz.

Esto solo tenía un final posible y en 2008 Kosovo declaró la independencia. Esta fue apoyada por una parte importante de la comunidad internacional, incluyendo países como Estados Unidos, Japón, Australia o Canadá (y un grupo de 100 estados).
Sin embargo, Serbia no aceptó aquella declaración y Kosovo quedó en una especie de vacío que dividió definitivamente a la población albanesa y serbia del nuevo país.
Por un lado, los albaneses defienden esa independencia y se sienten como un nuevo país. Por otro lado, los serbios reclaman Kosovo como una provincia de Serbia y no reconocen esa independencia.
En ese contexto, Mitrovica es uno de los mayores enclaves serbios en Kosovo y la tensión es máxima. La brecha en Mitrovica es enorme, como vas a ir descubriendo a lo largo de este artículo.
SABÍAS QUE…?
Más allá de la nacionalidad propia de cada país, en los Balcanes la identidad se mide por la etnia a la que pertenece cada uno. En Albania la mayoría son albaneses, mientras que en Serbia son de orígenes serbios. Por contra, en Kosovo, pese a ser una provincia serbia durante mucho tiempo, la mayoría de la población es de etnia albanesa. Ese es el principal punto de discordia y fruto de todas las tensiones: un territorio que físicamente pertenece a Serbia, pero en el que habitan principalmente albaneses que poco a poco fueron acorralando a las minorías serbias.
Mitrovica, una ciudad dividida en dos
No concebía un viaje a Kosovo sin visitar Mitrovica, la ciudad que mejor explica la realidad kosovar. Por este motivo, recorrí los kilómetros que la separan de Pristina y llegué hasta ella con la mente bien abierta.
Mitrovica tiene 75.000 habitantes, de los cuáles dos tercios son albaneses y musulmanes, mientras que el otro tercio son serbios y cristianos ortodoxos. Los serbios son minoría, igual que en todo Kosovo, pese a que esta ciudad se ha considerado históricamente un enclave serbio de suma importancia.

Aparcamos el coche junto al Puente Nuevo (te recomiendo empezar aquí tu visita) y lo primero que hicimos fue cruzar este puente que salva el río Ibar.
Confirmamos que el Puente Nuevo de Mitrovica está custodiado por la policía italiana a un lado y por diversas fuerzas internacionales al otro (vemos coches de las KFOR -ejército kosovar- y de las fuerzas de seguridad británicas). El primer contacto con la ciudad es impactante. Todo parece tranquilo, pero ese exceso de policía parece indicar que esa calma puede acabar en cualquier momento.

Es imposible cruzar el puente en coche, está completamente tapiado, así que después de cruzar a pie, nos plantamos en el lado albanés de Mitrovica.
Muy pocas personas cruzan el Puente Nuevo de Mitrovica, un puente que separa dos realidades muy distintas. Es un puente que no une, sino que sirve para separar.
¡INFO!
Si quieres planificar tu viaje a Kosovo con todo lujo de detalles, te dejo dos artículo del blog que te ayudarán a hacerlo:
1. Qué ver en Kosovo: ¡11 visitas imprescindibles!
2. Viajar a Kosovo por libre [Guía Total 2024]
Lado albanés
Desde el puente llegamos hasta la Avenida Agim Hajrizi, una de las principales arterias de la ciudad.
Aquí vimos la primera bandera de Albania, aunque en primera instancia no sentimos nada diferente.
Esta avenida es peatonal y moderna. Hay varios restaurantes con muy buena pinta, alguna cafetería, tiendas y hasta un centro comercial con diversas marcas internacionales.

Sigo caminando con los ojos bien abiertos. Hay alguna bandera de Kosovo ondeando por las calles,pero a este lado todo parece indicar que estás en Albania. Necesitan marcar su territorio y vaya si lo han hecho.
De repente escuchamos a alguien gritar con un megáfono y mucho bullicio. Vamos rápidamente hasta allí y resulta ser una manifestación junto a la Mezquita Isa Bey, la más importante que ver en Mitrovice. Es enorme y se ve preciosa por fuera, aunque aquella muchedumbre impide que podamos visitar el interior.

En apenas una hora hemos podido ver que aquí hay más simbología albanesa que en la propia Albania. Ni en ciudades como Tirana, Krujë o Berat, símbolos nacionales albaneses, hay tanta muestra de patriotismo.
A este lado se utiliza el euro, abundan las banderas rojas con el águila bicéfala de Albania, hablan en albanés y siguen tradiciones orientales como la prohibición del alcohol. Desde luego, esta parte de Mitrovice es Albania.

Lado serbio
Volvemos hacia el puente para cruzar esta vez hasta el lado serbio. La presencia de tanta policía y militares impone, aunque pasamos tranquilamente. Eso sí, observamos que en aquel momento somos los únicos que cruzamos.
En el horizonte vemos el Spomenik, uno de los monumentos más importantes que ver en Mitrovica que se encuentra en lo más alto de una colina. Este monumento recuerda a los combatientes locales serbios y albaneses que trabajaron en las minas de Trepča y que hicieron frente a la ocupación alemana.
Caminamos hacia la Calle Mbreti Petri I, la más importante de la Mitrovica serbia. Esta vez solo hay banderas serbias y el número ha parecido multiplicarse. Los serbios son minoría en Mitrovica y en Kosovo, por lo que parece que deben dejar claro a qué “bando” pertenecen.

Entramos en un bar para tomar algo (aunque más para cotillear un poco) y encontramos una barra con cervezas serbias. Pedimos una y después de bebérnosla, llega la hora de pagar. La cuenta está en dinares serbios. Ni rastro de los euros en este lado de Mitrovica. Suerte que aceptan la tarjeta de crédito.

Después de reponer fuerzas, caminamos hasta la Iglesia de San Demetrio, la mayor iglesia ortodoxa que ver en Mitrovica. Obviamente está en el lado serbio, pero curiosamente originalmente estaba en el lado albanés. Tras la separación de la ciudad en dos, en el año 2005 se trasladó y reconstruyó en el lado serbio de Mitrovica.

Por el camino cruzamos decenas de murales que hacen referencia a la resistencia serbia en Kosovo. Hay mucha simbología y la ciudad parece dividida en dos de manera irreconciliable.
Conclusiones de mi visita a Mitrovica
Mitrovica no es una ciudad bonita ni tampoco tiene sitios importantes que ver, sin embargo, visitar Mitrovica me pareció la experiencia más importante que viví en Kosovo.
En mi viaje por el país visité ciudades como Prizren, Pejë, Gjakova o la capital Pristina. Todas tienen historia, pero ninguna llega a lo que viví aquí. Una ciudad dividida literalmente en dos que por momentos hace sentir hostil incluso al viajero.
No esperes una ciudad llena de monumentos, iglesias, mezquitas o lugares bonitos. Mitrovica carece de todo esto, sin embargo es la ciudad que mejor explica la realidad de Kosovo.
La tensión entre serbios y albaneses en este rincón de los Balcanes es uno de los conflictos que Europa sigue sin resolver. Esto es lo que convierte a Mitrovica en un sitio único, no solo en Kosovo, también en el continente.
Mitrovica es tremenda, una ciudad que nadie debería perderse para entender Kosovo.
Totalmente de acuerdo, Markel. Toda ruta por Kosovo debería pasar por Mitrovica para conocer lo que se cuece allí. ¡Un saludo!