Casi cualquier viaje a Sapa empieza con una noche en tren hasta llegar a Lao Cai y un trayecto de casi una hora para llegar al propio valle de Sapa. Hay alternativas como ir en autobús (aunque más barato, excesivamente lento y poco recomendable, sin ir más lejos conocimos a una pareja que llegaron en autobús y en un frenazo en una de las cientos de curvas ella se cayó y no pudo caminar en varios días por un golpe en la espalda, así que se tuvieron que quedar en el pueblo) o ir en tren diurno (poco recomendable también porque su duración hace que pierdas prácticamente todo el día).
Ellos mismos llaman al tren que te lleva desde Hanoi a Lao Cai el «slow train» así que pasar la noche tranquilamente en una litera nos pareció la opción más lógica y de hecho era la opción que ofrecían con Vega Travel.
Hanoi ► Lao Cai (for Sapa) | Lao Cai ► Hanoi | |||||||||||||
Every day: | LC3 | SP7 | SP1 | SP3 | LC1 | Every day: | LC4 | LC2 | SP8 | SP2 | SP4 | |||
Hanoi | depart | 06:10 | 20:25 | 21:10 | 21:50 | 22:00 | Lao Cai | depart | 09:50 | 18:00 | 18:50 | 19:35 | 20:20 | |
Lao Cai | arrive | 15:56 | 04:50 | 05:30 | 06:25 | 07:33 | Hanoi | arrive | 20:15 | 03:30 | 03:52 | 04:10 | 04:45 |
**Trayectos Hanoi – Lao Cai y viceversa. Sacados de la web Seat61.
Al llevar el tour contratado durante los días que pasamos en Hanoi, tras llegar con 2 horas de retraso a Lao Cai nos estaba esperando una minivan para llevarnos al hotel, desayunar y empezar el trekking por las montañas de Sapa. El hotel (Panorama Hotel) es una maravilla, no sé cuanto debe costar porque iba incluido en el pack, pero si pasáis por allí merece la pena echarle un vistazo y si el precio no es excesivo, la calidad es alta. El desayuno fue magnífico, copioso y contundente, de esos que tienes que bajar con mucho esfuerzo, y no iba a ir mal.
Dejando atrás el desayuno, ahora tocaba lo bueno, empezaba el primero de los dos días de caminatas por las montañas, el valle, los ríos y los arrozales de la zona. Aunque parezca mentira, habíamos descartado esta zona para visitar otra y tras varias semanas conociendo gente y modificar la ruta para llegar aquí, era de los sitios que más ganas teníamos de conocer.
Y para que nos vamos a engañar, la sorpresa y el regalo fue enorme. Cuando llegas a Sapa te encuentras con una pueblo lleno de tiendas que venden ropa de montaña de imitación, puedes comprar de todo, desde chaquetas gordas, chubasqueros hasta botas de montaña y el precio, según tus habilidades regateadoras, oscilará entre más barato y muchísimo más barato que en tu país. También es cierto que la calidad no es la que ofrecen las marcas originales, lógicamente. Nosotros acabamos comprando un par de chubasqueros finos por si le daba por llover, contando que se seguirá avanzando haya el clima que haya.
A parte del pueblo, sus tiendas y su oferta de bares y restaurantes encarada a los turistas -hay que recordar que Sapa es un lugar que nutre su economía casi al 100% del turismo y por tanto la afluencia de gente allí es masiva- hay, como en todas las ciudades asiáticas, un mercado local donde venden de todo y puedes comprar comida para los días siguientes o algún recuerdo.
Cabe decir que lo que a mi me echaba para atrás antes de ir a Sapa era justamente ese turismo masivo y es de justicia reconocer que lo tienen montado de lujo, hasta el punto de que no te sientes un guiri caminando entre guiris, el pueblo es coqueto y los trekkings los acabas haciendo prácticamente solo y te cruzas con muy poca gente durante el camino. Aunque es cierto que la cantidad de turismo comparada con otras zonas es alta, imagino que al haber aforo limitado en trenes o autobuses, siempre hay un número controlado de gente y personalmente, si alguien piensa que allí se sentirá como un inglés en Lloret, que se olvide del prejuicio (a mi me costó) y se escape un par de días a disfrutar de este lugar único. Es más, al final y haciendo balance del viaje, Sapa es de los lugares a los que volvería y uno de los lugares más bonitos que yo jamás había visto.
Así, los dos días de trekking pasaron rápido (se caminan entre 15 y 20 km diarios), entre arrozales y poblados y con alguna parada para conocer como viven los locales, obviamente influenciados por la llegada de los occidentales, aunque conservando aún la extrema modestia en sus casas y sus tradiciones.
Las vistas durante el camino se quedan grabadas en tu retina, montañas, valles, ríos y arrozales que te rodean y que te impiden caminar absorto por el poder de la cámara de fotos, que mantendrías encendida todo el día y disparando fotos sin cesar. Y yo podría escribir mil líneas sobre la belleza de Sapa y su verde lima que acapara el paisaje, pero no, mejor acabar aquí diciendo de después de esos dos días, tocaba comprar provisiones y esperar a nuestro «slow train» que de nuevo durante toda la noche nos conduciría hasta Hanoi.
¡Info! Siestás planeando un viaje a Sapa o al norte del país, te hablo en un artículo sobre cuál es la mejor época para viajar a Vietnam.
Si prefieres llevar las cosas organizadas desde casa, te recomiendo la plataforma de reservas de transporte de Bookaway, con infinitas opciones en Asia, entre las cuales se encuentra, por supuesto, Vietnam.
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Por ejemplo, puedes consultar todas las maneras de llegar a Sapa, con precios y detalles, y dejar atado el transporte hasta allí con la web Bookaway. Verás que hay desde autobuses cama por 8 euros hasta la posibilidad de hacerlo en tren por unos 20 euros o incluso de contratar un transporte privado que te vendrá a recoger a la puerta de tu hotel por algo más de 100 euros.