La primera vez que llegué a la ciudad no sabía bien que me encontraría más allá de sus famosas playas y animada vida nocturna. Sin embargo, lo que más me sorprendió fue su apasionante centro histórico, donde se encuentran la mayoría de lugares interesantes que que ver en Rimini, que conducen desde la Antigua Roma hasta la era renacentista pasando por icónicos barrios llenos de color.
En mi caso la he visitado dos veces, aunque la segunda de manera muy fugaz, puesto que fue como parte de una visita a San Marino, el minúsculo país enclavado en territorio italiano que tiene en Rimini su principal punto de acceso.
¡CONSEJO VIAJERO!
⭐ Durante mi primera estancia en Rimini elegí este hotel en el centro histórico y me encantó (está a solo 10 minutos a pie de la playa). Si prefieres estar en primera línea de mar, te recomiendo este otro con buenas vistas, donde me alojé la segunda vez.

Índice
Qué ver en Rimini: 14 visitas imprescindibles
Llegamos a esta ciudad de la Riviera Romagnola en busca de playas y descanso, pero encontramos un patrimonio extraordinario. Rimini fue un gran descubrimiento, ideal para pasar un día entre el legado romano y las terracitas junto al mar de la mano de un Aperol Spritz y un atardecer excelso. ¡Qué gran combinación!
ℹ️ Si estás en Rimini, te aconsejo visitar Bolonia en un día, una de las ciudades más bonitas del norte de Italia y que guarda sus famosos siete secretos.
Castillo de Sismondo, una fortaleza en mitad de Rimini
En pleno centro de Rimini se encuentra un castillo del siglo XV que fue construido por el mismísimo Segismundo Malatesta, conocido como «el lobo de Rímini» y que lideró al ejército veneciano contra el imperio romano en su época, por lo que fue considerado como uno de los mayores líderes militares italianos.
La fortaleza, que se conoce popularmente como la “Rocca Malatestiana”, se concibió con fines defensivos a la vez que residenciales. De hecho, el complejo original era mucho mayor del que hoy se queda en pie.

Con el paso del tiempo, el Castillo de Sismondo sirvió como residencia real y más tarde incluso como prisión, un uso que se prolongó hasta los recientes años sesenta, aunque actualmente alberga la sede del museo de Federico Fellini, el famoso director de cine que nació en Rimini.
Puedes entrar pagando el ticket al museo o dar un paseo por sus exteriores, cuyas vistas probablemente ya compensen suficiente, porque quien iba a esperar semejante castillo en la pequeña Rimini.
Barrio de San Giuliano, el rincón más colorido que ver en Rimini
El antiguo barrio de pescadores es actualmente uno de los imprescindibles que visitar en Rimini en gran parte por sus callejuelas repletas de color y super fotogénicas.
Además de su pasado ligado al mar, San Giuliano también fue el barrio natal de Federico Fellini, el famoso cineasta de quien Rimini se siente altamente orgullosa. De hecho, si paseas por sus calles verás varios murales pintados en las fachadas que hacen referencia a las películas de Fellini. Si tienes tiempo, siéntate a tomar un aperitivo en cualquier local bonito que veas, los hay incluso a la orilla del río.

Puente de Tiberio, cruzando el río sobre siglos de historia
Precisamente el barrio de San Giuliano está unido al centro histórico de Rimini por un puente romano que data del siglo I a.C. Belleza e historia van de la mano en esta ciudad.
La construcción del puente se hizo completamente en piedra de Istria, muy cotizada en aquellos tiempos. Y aunque fue iniciada por el emperador Augusto, la obra la concluyó Tiberio, de quien toma su nombre. Durante siglos fue un paso importante en las rutas comerciales del Imperio Romano, que parece que Rimini haya quedado solo en un destino de playas, pero es mucho más que eso.

Reconozco que es muy bonito, porque además el río Marecchia que pasa por debajo y las casitas de colores de San Giuliano de fondo le dan un toque encantador.
¡CONSEJO VIAJERO!
Muchos viajeros llegan hasta Rimini para visitar San Marino en un día. Está minúscula República independiente está a una hora de camino con un autobús que sale desde la estación central de trenes. Hay pocos sitios en el mundo como San Marino, ¡te aseguro que vale la pena!
Templo Malatestiano (Catedral de Rimini), una construcción única que ver en Rimini
La influencia de Segismondo Malatesta en la ciudad vuelve a quedar patente en el que posiblemente ser la construcción religiosa más importante que ver en Rimini, el Templo Maletestiano, conocido también como la Catedral de Rimini.
Se trata de una iglesia del siglo XIII de estilo humanista, aunque con un interior eminentemente gótico. Lo curioso es que la obras fueron lentas por la dificultad para conseguir los materiales y al final, ni siquiera llegaron a concluirse, pues la muerte del duque Segismundo paralizó definitivamente su construcción.

Mas curioso parece que sin ser una persona religiosa, mandó construir el templo a modo de panteón para él y sus allegados. Fue posteriormente cuando el templo se consagró como iglesia católica.
En su interior, la iglesia guarda los sarcófagos de Segismundo Malatesta y varios miembros de su corte, además de «La Capilla de los Planetas», una excelsa de bar de arte.
Piazza del Tre Martiri, recuerdo a una lucha sin final feliz
Es aquí donde se encontraba el antiguo foro romano y en la actualidad es uno de los centros neurálgicos de la ciudad, además de un lugar importante que ver en Rimini por su carga histórica.

La Plaza de los tres mártires recuerda a los tres jóvenes que lucharon activamente contra el fascismo y finalmente fueron asesinados por los nazis el 16 de agosto del 1944. Eran Mario Cappelli, Luigi Nicolo, Adelio Pagliarani, y una placa de mármol indica el lugar exacto donde fueron ahorcados en esta plaza.
Aquí también podrás ver la Torre del Reloj, construida en 1547 y uno de los elementos más simbólicos de la ciudad.
Domus del Chirurgo: en la antigua Roma también operaban
En la Piazza Ferrari durante unas obras llevadas a cabo en el año 1989 salieron a la luz unos restos arqueológicos desconocido hasta el momento.

Se trataba de una domus del siglo II donde aparecieron numerosos instrumentos quirúrgicos. Estaban ante una sala donde se efectuaban distintas operaciones.
Todos esos instrumentos se encuentran en el Museo della Città, al que puedes acceder con esta tarjeta turística de la ciudad.
Arco de Augusto, quizás se pasaron de grande
El enorme arco situado en uno de los extremos de la ciudad era una de las entradas a la ciudad a través de la Via Flaminia y se erigió en honor al primer emperador romano César Augusto.
Lo más destacado es que su construcción se remonta al siglo I a.C. y atención, es el arco romano más antiguo que se conserva en el mundo, por lo que es un lugar absolutamente imprescindible que ver en Rimini.

Verás que el arco es muy grande, algo impidió que se pudiesen colocar puertas, por lo que el acceso se tenía que controlar de otras maneras. En sus muros se observan medallones que representan a Júpiter y Apolo, mientras que en el lado opuesto se puede ver a Neptuno y la diosa Roma.
Biblioteca Civica Gambalunga, uno de los lugares más bellos que ver en Rimini
Los amantes de la lectura tienen en Rimini uno un verdadero tesoro, ya que esta biblioteca esconde en sus muros una de las bibliotecas más antiguas de Italia, inaugurada en el año 1619.
En su primer año la biblioteca contaba con 2.000 libros y con el paso del tiempo, ha ido convirtiéndose en un gigantesco fondo documental donde puedes encontrar cualquier cosa. ¡En la actualidad hay alrededor de 300.000 libros!

Una parte importante de estos libros se encuentra en la sala que todo el mundo quiere ver y por la que si preguntas a las amables bibliotecarias de la recepción, te la abrirán sin dudarlo. Te aseguro que disfrutar de aquella sala historia llena de libros, documentos y mapas fue una de las cosas que más me gustó de visitar Rimini.
Piazza Cavour, el núcleo de vida local entre Palacios
Es difícil juntar tantos edificios históricos en tan poco espacio, pero la Plaza Cavour lo consigue además con suma belleza.
Junto a cafeterías y pequeños comercios locales, en la plaza podrás ver el monumental Palacio Garampi (la actual sede del Ayuntamiento), el Palacio del Podestà y el Palacio del Arengo. Los tres edificios están custodiados por una estatua en el centro de la plaza del Papa Paulo V (que mantuvo el cargo entre 1605-1621) junto a una fuente renacentista.

En el otro lado, no te pierdas el majestuoso Teatro Galli, que fue inaugurado por compositor Giuseppe Verdi en el año 1857 y la Lonja de Pescado, de la que os hablaré más adelante.
Vecchia Pescheria, recuerdos de la antigua Lonja de Pescado
La historia de la ciudad tiene un episodio importante en este antiguo mercado de pescado en el corazón de la ciudad.
Se construyó en 1747 y me gustó la estructura que le da cobijo, totalmente hecha en piedra y con largas mesas de mármol a los costados, donde antiguamente se vendía pescado. Mi visita coincidió con un pequeño mercado de flores que dio algo de color a la Pescheria. Sea como sea, me parece uno de los lugares que ver en Rimini más bonitos y vivos.

Tiene poco que ver con los mercados de Palermo o la Pescheria de Catania, que puedes visitar en un fascinante viaje isla a la isla de Sicilia, pero este antiguo mercado todavía derrocha aires de los tiempos en los que Rimini es importante en el comercio italiano.
Cine Fulgor y los precoces inicios de Fellini
En el número 162 del Corso d’Augusto se pusieron los cimientos del que fuese unos de los mejores cineastas de la historia, Federico Fellini.
Allí se encuentra en Cine Fulgor, una pequeña sala de proyecciones donde Fellini vio su primera película cuando todavía era un niño.

El cineasta inmortalizó esta sala recreando en el rodaje de la película Amarcord en el año 1973, que relata la vida cotidiana en un pueblo del norte de Italia durante el fascismo, por la que recibió un Oscar.
Anfiteatro Romano o lo que queda de él
Os he hablado de todo el legado romano que ver en Rimini y este es otro de los monumentos más importantes de aquella época, aunque personalmente quedé bastante decepcionado.

Es cierto que data del siglo II a.C. y que llegó a ser uno de los más grandes de la región (cabían 10.000 personas), sin embargo, apenas quedan pequeñas partes en ruinas.
Solo se pueden ver algunas paredes y entradas al anfiteatro, aunque como digo, en un estado de conservación bastante pobre.
Mercato centrale coperto de San Francesco
Los mercados son siempre un buen plan. El famoso Mercado Central de Rimini es toda una institución en la ciudad con sus más de 4.500 metros de superficie.
En sus puestos destaca la sección de pescadería, como no podía ser de otra manera en una ciudad ligada al mar como es Rimini. Sin embargo, no faltan los coloridos puestecitos de fruta y verdura, además de las riquísimas queserías.
El mercado abre de lunes a sábado, desde las 7:00 hasta las 19:45 y durante el verano se organizan eventos como “La Magnèda”, cuando todos los miércoles por la noche se ofrecen degustaciones y platillos de productos del mercado.
Parque Federico Fellini, un pulmón frente al mar
Acabamos la visita al centro histórico de la ciudad visitando el espacio verde más importante que ver en Rimini, el parque dedicado a su personaje más ilustre.
Se encuentra ya muy cerca a de la playa y El parque es perfecto para relajarse y disfrutar de algunos eventos al aire libre.

Dos detalles en los que te aconsejo fijarte: la Fontana dei Quattro Cavalli, que simboliza la fuerza del mar y Grand Hotel de Rimini, un símbolo de la ciudad.
Cuando yo estuve también había una exposición temporal con algunos elementos relacionadas con las obras de Fellini.
Otros lugares que ver en Rimini
Te he contado los sitios que yo creo que hay que visitar en Rimini obligatoriamente, pero también hay otras paradas interesantes que puedes incluir en tu ruta por la ciudad.
El primero de ellos es el Convento de Santa Maria delle Grazie, un templo ubicado en la colina de Covignano, algo alejado del centro de Rimini, pero que puedes visitar si viajas en coche.

Otro pequeño tesoro es el Tempietto di Sant’Antonio, una diminuta capilla renacentista del siglo XVI dedicada a San Antonio de Padua.
Por último, los amantes del arte y la historias no podéis dejar pasar la oportunidad de visitar el Museo de la Ciudad, el más importante que ver en Rimini. No puedo explicaros de primera mano la visita porque yo reconozco que me la salté.
La playa de Rimini, la otra cara de la ciudad
Dejó de lado la historia por un rato para ir en busca de arena, sol y mar. La playa de Rimini es una de las más famosas de lado región y lo primero que me impactó fue ver su tamaño. ¡Tiene más de 15 kilómetros de arena!
Te confieso que no es el tipo de playa que más me gusta, porque está llena de chiringuitos, hoteles enormes y restaurantes. Me pareció incluso un poco agobiante, aunque es verdad que era verano y me imagino que estaba a pleno rendimiento.

Al final del día sí que pude disfrutar de un momento de calma en un chiringuito en la arena con una cerveza, pero reconozco que me costó encontrar mi lugar allí.
Vale la pena, acercarse al puerto, donde puedes ver el Faro de Rimini, erigido en el año 1862, y una gran noria que probablemente brinde unas vistas buenísimas de la costa, aunque yo no subí.

Cuando cae el sol, la playa de Rimini da paso a las pizzerías y restaurantes de playa, donde puedes comer con el sonido del mar.
Ya te digo, a mi me pareció un poco demasiado, pero tampoco soy yo el más playero del mundo y quizás eso también jugó en contra de la playa de Rimini. Pero sinceramente, me pareció una playa enorme, sin más.
No te vayas de Rimini sin probar la piadina romañola
A todos nos gusta probar la gastronomía local cuando viajamos y en Rimini hay un plato que destaca por encima de todos: la piadina.
Es una especie de tortita elaborada con harina de trigo que se rellena con ingredientes de todo tipo, aunque yo te aconsejo que pruebe alguna que lleve queso Scuacquerone, una variedad que se elabora en la ciudad de Rimini.

Las sirven en casi todos los restaurantes de la ciudad, por lo que no te será difícil encontrar una piadina a cualquier hora del día. Si quieres una recomendación concreta, apunta Piadina Dalla Lella, donde tienen una gran variedad y están deliciosas.
Más sitios donde comer en Rimini
Si pasas de las piadinas (no sabes lo que te pierdes), siempre puedes optar por otros platos italianos como la pizza o la pasta, que no faltan en ningún restaurante.
En el centro histórico está La Pinsallegra (Via Quintino Sella, 19), cuya especialidad son las pizzas, que están muy ricas y tienen combinaciones de ingredientes super interesantes.

Cerca de la playa, un buen sitio donde comer en Rimini es la Casina del Bosco (diría que cierra en temporada baja). Tienen platos de pasta, pizzas y risottos. Si te arrepientes, también estás a tiempo de probar aquí las piadinas.
Para acabar, nada mejor que un buen gelatto italiano en la Heladería La Romana, que hace uno de los mejores helados de Rimini.
Cómo llegar a Rimini
La forma más habitual de llegar a Rimini es en tren, puesto que la ciudad está muy bien conectada con otras urbes importantes como Bolonia. De hecho, así fue como llegué yo a la ciudad, que la visité durante una escapada a Bolonia.
El trayecto en tren Bolonia – Rimini dura 90 minutos y cuesta alrededor de 10 euros. Puedes ver toda la información en la web de los trenes de Italia.
La Estación Central de Trenes de Rimini está a pocos minutos a pie del centro histórico y justo frente a ella hay varios sitios para dejar las mochilas muy bien de precio si vas a visitar la ciudad en un día y no duermes allí.