Situada en el Golfo de Tailandia y escoltada por la mayor Ko Samui y la menor, salvaje y paraíso del buceo, Ko Tao, podríamos hablar de Koh Phangan como una isla a medio camino, no solo físico sino también conceptual, entre sus dos ‘hermanas‘. Eso sí, que el tamaño no te engañe porque ahora vais a ver que hay multitud de cosas que ver en Koh Phangan.
De fiesta en la Half Moon Party
Seguramente Koh Phangan sea conocida por una fiesta: la archifamosa Full Moon Party, que acoge cada luna llena decenas de miles de personas que encuentran en la playa de Haad Rin, donde se celebra, todos los excesos que buscan (que no son pocos). A raíz de su fama, la isla ha ido desarrollando toda una serie de eventos para acabar teniendo al menos una fiesta semanal en lugares diferentes y que acojan a los visitantes durante todo el mes y no únicamente en las noches de luna llena. El Half Moon Festival, la Black Moon Party o la Pool Party en los Coral Bungalows son ejemplos, aunque cada uno de tamaños y con afluencias diferentes.
Un servidor tuvo la «suerte» de enganchar el Half Moon Festival, la segunda fiesta en tamaño tras la Full Moon, y aunque no era el motivo de nuestra visita a la isla, tampoco íbamos a desaprovechar la ocasión, así que nos dispusimos a hacer el precalentamiento en uno de los locales que te invitan a ello con ofertas llamativas y que con la bebida te ofrecen pinturas fluorescentes para que pintes tu cuerpo a tu antojo y después, la noche y las luces de neón harán el resto. La fiesta es curiosa y no está mal como experiencia.
Qué ver en Koh Phangan más allá de la fiesta
Aunque pueda parecer una isla copada por el turismo y encarada a la juerga nocturna, algo que refleja bastante bien lo que es la isla, en Kho Phangan conseguí sentir una especie de calma que me hizo echarla de menos desde el minuto después de la despedida y recordarla como un retiro pacífico con dos caras, ambas compatibles con lo que yo buscaba.
Imagino que el hecho de ir fuera de temporada ayudó (era octubre y además lejos de las fechas de la Full Moon Party, que imagino que llena la isla hasta los topes) y pude encontrar sin problemas, tras llegar entrada la tarde al puerto de Thong Sala, un bungalow a pie de playa por unos 8 euros, cerca a la zona más comercial de la isla (dónde se celebra la famosa fiesta) y que ofrece los alojamientos más económicos, aunque según las guías es la zona «menos bonita», pero que siendo realistas cubría todas nuestras pretensiones: paz durante el día, algo de ambiente durante la noche en la playa y que, una vez apartados del centro neurálgico de la agitada vida nocturna, volviese a imperar la paz y el silencio.
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Si tienes dudas sobre que hacer en Koh Phangan, la parte nororiental, con las playas más inaccesibles y teóricamente más espectaculares, es menos habitual entre los visitantes por requerir algún medio de transporte propio para llegar -la motocicleta normalmente o el taxi en su defecto- y ofrece alojamientos más exclusivos a un precio algo superior.
Aquí, para lo bueno y para lo malo, estarás algo más aislado. Personalmente no necesito aislarme para sentirme aislado (valga la redundancia) y prefiero una buena mezcla entre un lugar tranquilo y con algo de ajetreo en determinados momentos, básicamente para que cuando a uno le apetezca, pueda echarse unos bailes o tomar una cerveza en un buen ambiente.
Y no, la isla no es solo fiesta y turistas. Debo reconocer que hay algunas playas como Chaloklum, Mae Haad o Had Khom que hay que ver en Koh Phangan, pues son de una belleza extraordinaria y no puedes dejar de pasar almenos un día en ellas.
Allí pasamos algo menos de una semana, entre la paz de nuestro sencillísimo y acogedor bungalow y la zona más céntrica, con escapadas a las playas de la isla y visitas furtivas a la zona de Haad Rin y a su Cactus Bar cuando la noche entraba y los buckets se convertían en el protagonista omnipresente. Cervezas en mano o con los deliciosos zumos de frutas tailandeses según el momento y basando nuestras comidas en el archifamoso Pad Thai o un magnífico pollo schnitzel que encontramos en un bar cercano. Así pasaron los días, ociosos y tranquilos, huyendo del ritmo vertiginoso al que estamos acostumbrados y conociendo playas de una belleza exquisita o lugares tan espectaculares como el Ang Thong Marine Park.
Koh Phangan fue uno de esos lugares para los que mi memoria ha reservado un rinconcito fijo con imágenes que de vez en cuando me asaltan. Allí puedes encontrar lo que busques, la paz o la guerra, y es que no debes olvidar que estarás en la isla más canalla del Golfo de Tailandia.
Si finalmente te decides por visitar Koh Phangan, puedes leer este artículo para saber como ir de Bangkok a Koh Phangan, con todas las opciones posibles por tierra, mar y aire.