A unos 300 km al este de San Francisco se encuentra el Parque Nacional de Yosemite, al que llegas tras una plácida jornada de conducción por carreteras en línea recta y que se prolongan hasta donde llega la vista, no demasiado concurridas y topando con paisajes abrumadores y pueblos a pie de carretera que se intercalan con moteles propios de película americana. Nuestro viaje por la Costa Oeste de Estados Unidos llegaba, por fin, a la esperada visita a Yosemite Valley, toda una experiencia.
Así fue nuestra visita a Yosemite
Dormir en alguno de los alojamientos del parque es, más o menos, una misión imposible y requiere varios meses de antelación en la reserva. Una previsión imposible de asumir para los que preferimos decidir las cosas in situ e ir acoplándonos y ajustando las cosas conforme se sucedan los acontecimientos. Cuestión de gustos, yo prefiero que me pasen cosas y no pasar yo por esas cosas. Así que salimos de San Francisco con el único objetivo de acercarnos lo máximo posible al Parque y en esas, cerca del mediodía apareció Groveland (600 habitantes según la wikipedia en el último censo), un pequeño y pintoresco pueblo que rápidamente nos llamó la atención y en el que decidimos parar, buscar un sitio para dormir y a la mañana siguiente entrar al parque.
Y allí encontramos una pequeña casa que se anunciaba como «Hostel«, con dos habitaciones grandes (y compartidas con un par de chicos australianos) y un baño compartido entre ambas. Rápido nos encandiló, aquel era el sitio perfecto para pasar tarde-noche previa a nuestra visita a Yosemite.
Un lugar tranquilo, prácticamente no nos cruzamos con nadie en todo el día a parte de la dueña de la casa y encargada de la gestión de las habitaciones, en el que pudimos hacer nuestras compras de provisiones para los días posteriores y celebrar la tarde cerveza en mano y con la soledad como compañera.
No hace falta decir que la visita a Yosemite del día siguiente fue memorable. Kilómetros y kilómetros de bosques y lagos pese a que la visita se centra en el conocido «Yosemite Valley» que, por cierto, solo representa el 1% del total del área protegida, aunque cabe decir que el 95% del parque está denominado como zona salvaje y es común toparte con algún que otro oso negro, por eso hay que respetar las indicaciones de los guardabosques y no llevar comida encima, puede resultar peligroso.
El impresionante Capitán, cuna de escaladores, el Half Dome o algunas de las cascadas más altas que jamás hayáis visto son algunos de los highlitghs que no hay que dejar de ver. Así como algunos de los bosques de secuoyas gigantes que hay por la zona. Nosotros visitamos el de Tuolumne, con 25 árboles y ya es absolutamente impresionante toparte con estos bichos que pueden llegar a los 100 metros de altura y 12 m. de diámetro. Esos gigantes te hacen sentir tan pequeño como el parque que las acoge, o como el país del que forman parte.
Accesos al parque de Yosemite
Hay cuatro accesos al Parque de Yosemite:
- Big Oak Flat: la entrada norte, ideal si vienes o vas hacia San Francisco.
- Tioga Pass: la entrada este, el acceso perfecto si vienes o vas a Las Vegas o al desierto de Death Valley. Además es una buena ruta panorámica con varios lagos. Muy bonita.
- Arch Rock: la entrada oeste, que te lleva a Mariposa Grove.
- Entrada Sur: la entrada sur, la mejor si te diriges hacia Los Ángeles
Nosotros entramos por Big Oak Flat, ideal si vienes de San Francisco y salimos por el Tioga Pass, la perfecta si te diriges hacia Death Valley o Las Vegas.
Puedes encontrar más información sobre accesos a Yosemite y cualquier dato actualizado en su página oficial.
Principales puntos de interés que ver en el Parque de Yosemite
Aunque hay infinidad de lugares y miradores espectaculares, estos son los que para mi resultan más imprescindibles:
- Tunnel View: el mirador más popular del parque ya que, desde él se obtiene una vista completa de todo el valle de Yosemite. Desde aquí verás ‘El Capitán‘, el ‘Half Dome‘ y la Bridalviel Fall. Es espectacular.
- Glacier Point: Uno de los miradores más espectaculares del parque. Situado a más de 2.000 metros de altitud, se puede llegar en coche y las vistas de todo el valle son descomunales.
- Portal View: Fue nuestra primera parada y se ve perfectamente el Cañón del Río Merced.
- Upper y Lower Yosemite Falls: 782 metros de caída convierten a estas cascadas en las más grandes de América del Norte.
- Bridalveil Fall: Esta cascada la habrás visto desde el mirador de ‘Tunnel View’ pero también podrás acercarte hasta su base.
- Vernal y Nevada Falls
- Mirror Lake: un gran lago de aguas cristalinas donde, como su nombre indica, se refleja el paisaje de Yosemite.
Pues yo he conseguido dormir en el valle de Yosemite una noche! Y con previsión de mes y medio 🙂 En una tienda rara, con un cajon melatico en la entrada para guardar comidas y cosas que huelan (por los osos)… y con baño compartido… Todo por más de 100e la noche jajaja Una locura, espero que merezca la pena dormir allí!! Lo único malo es que cuando vaya la famosa cascada sera un hilillo o lo mismo estará seca… Que ganas de irme ya!
Un abrazo!
Seguro que vale la pena, aunque sea algo caro debe compensar segurísimo dormir allí dentro! Y con un poco de suerte se os acerca un oso a visitaros… :-p